¿Que tienen en común la -joven- china BYD y la -ancestral- alemana Daimler (Mercedes-Benz)?
Sin dudas, tarea complicada -la de encontrar similitudes (Alcoyana-Alcoyana)- entre estos dos grupos tan disímiles. Sin embargo, y tal vez por eso, el vínculo comienza a dar sus frutos.
BYS (Build Your Dreams) es una automotriz china, nacida en 1995, cerca de 100 años después que Daimler. Se hizo muy fuerte en la tecnología eléctrica, y de hecho una de sus ramas es la de baterías para telecomunicaciones. Entre los vehículos inscriptos en esta tecnología, se destacan el E6, 100% eléctrico, con un motor de interesantes 75 kW de potencia (unos 100 CV), que encuentra en la autonomía uno de sus parámetros destacables, pudiendo realizar casi 300 km sin reabastecerse; y al hacerlo, lo consigue en muy poco tiempo. Con un largo de 4.56 m y un importante peso de 2.400 kg, alcanza los 140 km/h.
Parámetros interesantes, por cierto.
También vende híbridos y modelos «tradicionales» equipados con motores a combustión interna. De interesante penetración en Latinoamérica (Chile, Perú, Uruguay), BYD ofrece el F3, modelo clásico, con un motor de 1.5 litro y 105 CV, por unos USD 11.500, al cambio actual argentino.
Como otras chinas, BYD enfrente denuncias por plagio. Uno de los más conocidos es el de su producto F0, ¿clon? del Toyota Aygo (y Citroën C1 y Peugeot 107).
De Mercedes-Benz no hace falta hacer introducción alguna. Sí comentar algo que ya hemos expresado varias veces desde Automotiva: el cambio que viene experimentando la marca alemana en los últimos 15 años, es más trascendental que los anteriores 50. Y basta con ver el nuevo Clase A, por ejemplo, para confirmarlo.
Marca tradicionalista, de estirpe, sobria como ninguna, que debió y debe aggiornarse para no quedarse encuadrada en el estereotipo de «autos lujosos, gastadores y potentes, para viejos». Sin pretender ser peyorativos, ese era el mote de la marca hasta hace un tiempo. Definición que Mercedes-Benz usufructuó y mucho, pero que no le sirve en este mundo globalizado y tecnológico actual.
En marzo de 2010, Daimler y BYD se asociaron en partes iguales en el proyecto BDNT, para el desarrollo de autos eléctricos. La pregunta es obvia; si BYD era ya líder en el rubro, ¿qué ganaba con esta asociación?.
De lado de Mercedes-Benz, la ventaja es clara; por un lado ingresar más fuertemente al mercado chino, con un socio local -y muy fuerte- y meterse de lleno en la tecnología eléctrica, algo en lo que, casi, no había incursionado aún.
Wang Chuanfu, Presidente de BYD expresó: «BYD proveerá experiencia y tecnología en lo que hace a baterías y propulsión eléctrica y Daimler aportará su conocimiento en Seguridad, Diseño, y sobre todo, 125 años de experiencia produciendo calidad»
Si bien el acuerdo ya tiene 2 años, lo nuevo es que ya se conoce la marca con la que se venderán los nuevos productos de la asociación. Denza es el nombre de su nueva línea de productos. El primer fruto de la asociación sería presentado en abril, en ocasión del Auto China Show, y tendría un costo aproximado de USD 40.000, no muy competitivo a priori, pero deberemos conocer detalles técnicos y estéticos para poder evaluar su posicionamiento (sabiendo que ningún eléctrico es accesible).
Los chinos siguen avanzando, y muy inteligentemente. Cuidado.