Comenzando el 2023, ya planteábamos que la idea de DS, y de Stellantis, era desarrollar una tercera generación del DS 3 bastante distinta a la actual, al menos en lo conceptual. Aunque no se puede hablar de fracaso, el DS 3 (ya sin apellido Crossback) está lejos de ser un suceso como sí lo fue su antecesor, ayudado y mucho por los numerosos logros en el Rally Mundial, con el eterno Sebastien Loeb. Y avanzamos con tal idea hace unos meses, dejando un poco de lado su actual carácter crossover, casi SUV, para volver a un formato más hatchback» para decirlo de algún modo, cediendo tal vez algo de refinamiento pero recibiendo una dosis de deportividad de la que carece totalmente el actual.
En 2026 llegará esta tercera generación, estrenando plataforma STLA Small (la que también tendrá el próximo Peugeot 208) y que permite potencias (eléctricas) de hasta 280 CV, nada mal para la reedición EV de un DS 3 Performance, por ejemplo. Hasta acá todo favorable. Las dudas tienen que ver con que podría acercarse bastante más a su primo hermano «popular» 208, repitiendo el esquema del nuevo Lancia Ypsilon, con frente y cola muy personales y hasta premium, pero con obvio parentesco desde el sector lateral, con el pequeño Peugeot. Y hasta se especula con que podría adoptar el concepto i.cockpit de aquel, algo no confirmado, obviamente. Carlos Tavares tenía (tiene) una obsesión con la sinergia (ahorro) entre marcas de Stellantis, algo lógico, aunque, a partir de la confirmación de su final en el cargo en 2026, no está tan claro qué ocurrirá con varias marcas y modelos del gigante automotor.