Sostengo, y es una opinión muy personal y subjetiva, claro, que aunque en muchos aspectos la industria del automóvil ha avanzado muy positivamente (eficiencia, menores emisiones, mayor seguridad, etc.), en el diseño ha perdido «magia», carisma, personalidad, magnetismo. No, no estoy diciendo que los autos actuales sean feos, para nada, y me gustan muchos de la oferta actual, muy logrados. Pero creo que se ha perdido personalidad con esta globalización creciente, donde resulta muy difícil adivinar el origen de un modelo (ni hablar de la marca) por su apariencia. Antes no era tan complicado saber si era un japonés, un norteamericano o un europeo. No soy partidario de aquella frase «todo tiempo pasado fue mejor». Para nada, pero en general, me gustaban mas los diseños del pasado, no tan lejano.
Y sobre todo hablando de autos deportivos. Creo, y de nuevo, es una opinión subjetiva, que luego de la 308, Testarossa y F40, ninguna Ferrari posterior me gustó mucho. Quizás la 550, hasta ahí. Algo parecido con Lamborghini, con el viejo Miura (que me encanta) y el Countach, inmejorables. Me parecen logrados Diablo y Murciélago, pero a medida que nos volvemos al tiempo presente, cada vez veo menos gracia, menos estilo, y sobre todo menos personalidad en estas espectaculares máquinas. Lo cierto es que Lamborghini presentó el Temerario (vaya nombre….), el tercer modelo híbrido de la marca de Sant´Agata Bolognese.
Y su presidente ha expresado que seguirán con la hibridación largos años, y que falta bastante tiempo para pensar en un modelo eléctrico. «Quizás a fines de esta década presentemos el primero modelo eléctrico». Hay que pensar que no son muchas las marcas de deportivos con modelos EV. Lotus con su Evija, y no muchos más. Y tampoco Lamborghini, al menos por varios años más. El nuevo Temerario cuenta con un motor V8 de 4 litros, biturbo y 3 motores eléctricos, totalizando bestiales 920 CV, alcanzando las 10,000 rpm (casi como una moto) y llegando a 343 km/h, tomando 2.7 segundos para alcanzar los 100 km/h.
Tremendas cifras, poco para agregar. Un detalle, de los muchos que tiene, además del exquisito sonido del escape, reproduce por los parlantes un sonido artificial, aumentando las sensaciones. En cuanto a su estilo, es bestial, radical, amenazante, temerario, valga la redundancia. Tiene varios elementos vistos en el nuevo Countach y otros parientes. Espectacular, sin dudas. Pero no dejo de extrañar a sus ancestros. El principal mercado de Lamborghini es el norteamericano, y puntualmente California. No, no todo tiempo pasado fue mejor, pero extraño a varios modelos de los 80s y 90s.