No voy a descubrir la pólvora si digo que el avance chino es IM-PRE-SIO-NAN-TE, aunque lo vengo expresando desde hace varios años. Un fenómeno previsible, o en todo caso lógico y al que no le encuentran solución; ni siquiera atenuantes las automotrices europeas, sobre todo. Que China esté vendiendo gigantescas cantidades de autos, no solo en su enorme mercado interno sino también en el resto del mundo en general, no es un problema para ellos, claro, pero sí para el resto de la industria automotriz, que en muy poco tiempo vio seriamente amenazada su supervivencia. Intentaron con diferentes medidas, como mayores aranceles a las importaciones del país asiático, pero claro, esto trae réplicas en sentido opuesto, seguramente con mayores problemas que beneficios.
Es que es tan fenomenal y fuera de escala el avance chino que realmente es imparable. Y si las automotrices más ortodoxas e históricas (principalmente las europeas pero también el resto) no buscan mejor la relación precio/producto de sus modelos respecto a loas asiáticos, varias tendrán el certificado de defunción ya escrito, por cruel y triste que suene. Los autos chinos cada vez son más lindos, más tecnológicos, más avanzados, más equipados y de mayor calidad. Claro, hay algunos números que hablan por sí solos y que explican aquello de «lo previsible» del enorme avance chino. Allí hay más de 100 marcas de autos, tiene la 4a superficie a nivel mundial, una población de 1400 millones de habitantes, y el mayor PBI global. De todos modos, estos números no explican ni justifican «per sé» el avance de su industria.
Se calcula que entre entre 2009 y 2023, el gobierno de ese país subsidió a su industria (desarrollo, red, expansión, precios, etc.) en unos USD 230,000 millones. Número que excede cualquier intento de comprender semejante apoyo gubernamental al desarrollo de la industria automotriz china. El país asiático actualmente vende el 76% de los vehículos electrificados de todo el mundo (eléctricos+híbridos); algo más destacable aun, teniendo en cuenta que en el enorme mercado norteamericano prácticamente no cuentan con ventas (ni lo harán viendo hacia donde va Trump). Pero claro, aun con una participación de entre el 3 y el 8% en Europa (según país), en Brasil tienen el 82% del mercado, en Tailandia el 77% (y en casi todo el sudeste asiático), en México el 70% y así en varios países, siempre hablando del mercado de EV y HEV (en sus diferentes tipos), y esto explica el fenómeno. Y aunque en Argentina aun es incipiente su penetración, irá creciendo «a tasas chinas» seguramente…