Aunque el término cisma se asocia a otras cuestiones, no al mundo del automóvil, eso debió haber provocado Luca De Meo, CEO de Groupe Renault, al anunciar su nuevo y ambicioso plan Renaulution, para devolver a la francesa al camino de la buena salud y positivos números. Esto no es solo puertas adentro de Renault; toda la industria automotriz se encuentra en un proceso de enormes cambios, como nunca antes se vivió desde que apareció el automóvil. Y si bien Renaulution tiene su costado duro (grandes recortes de gastos), en cuanto a producto, lanzará sus dos primeros productos i´conicos: R5 y R4. El primero, de carácter más citadino, como el original, y el segundo en formato más utilitario, más práctico.

Con R5 eléctrico a llegar en 2023 al mercado, el nuevo Renault 4 lo haría un poco después, en 2024 (incluso algunas hablan de un más lejano 2025). Podría llamarse 4ever («for ever») y se sabe que contaría con una variante furgoneta, como su abuelo, aunque sin rivalizar con su pariente utilitario Kangoo. Su plataforma será la CMF-B/EV, destinada a los nuevos eléctricos «accesibles» de Renault. Su precio rondaría actuales 20,000 euros, muy interesantes, los que serían conseguidos con la utilización de materiales menos nobles, equipamiento más básico y concretamente unas baterías de Litio/Hierro/Fosfato, menos eficientes pero más baratas que las de Litio. No obstante le darían una autonomía de interesantes 400 km, más que suficientes para su concepto de uso. Su motor eléctrico llegaría a los 135 CV, nada mal.