No me canso de reiterarlo. Nos guste o no (habrá grupos en ambas tendencias), los eléctricos van copando el mundo del automóvil, no dejando resquicio sin intromisión. Aunque la tecnología eléctrica en el automóvil es tan vieja como la de los motores a combustión, por distintas razones no tuvieron el desarrollo de aquellos, quizás hasta que General Motors comenzó con el (fracasado) proyecto EV-1 a mediados de los 90´s, uno de los primeros intentos serios de democratizar el automóvil eléctrico. Diseño extravagante, prestaciones modestas, baja confiabilidad, hicieron que la marca norteamericana decidiera finalizar su comercialización, destruyendo -casi- todas las unidades existentes. Sin embargo, tuvo el mérito de sentar las bases de una nueva era en la electrificación del automóvil.
Acercándonos al tema que nos ocupa, el del próximo Audi RS 4, no resulta extraño que abandone motores a combustión, en una época como la actual, en la cual hasta los segmentos más deportivos y prestacionales se van pasando a las nuevas energías. Casos hay muchos y los hemos comentado en Automotiva. Pero me quiero centrar en dos recientes. Por un lado, la decisión de Mercedes-Benz de abandonar definitivamente motores V6 y V8, al menos en el próximo C63 AMG, adoptando un conjunto híbrido de 4 cilindros y bestiales 640 CV. Más radical aún, el próximo y primer M eléctrico en la historia de BMW, el i4 M (o M50) que llegará a unos 530 CV eléctricos, valga la redundancia, en lo que podría definirse como un brutal cambio de paradigma en el mundo de los modelos prestacionales. ¿Cómo harán las automotrices para darle la adrenalina y emoción de los anteriores motores nafteros? Será un desafío, claro. Lo cierto es que los deportivos tal cual los hemos conocido hasta ahora (o hasta hace poco) no tienen vida por delante, lamentablemente.
El próximo Audi RS 4 (que actualmente se vende en versión Avant) tomará 2 caminos diferentes y simultáneos. Por un lado, a través de la hibridación, con la plataforma MEB, a partir de la cual se desarrollarán modelos a combustión, micro híbridos e híbridos PHEV (Plug in), como la que tendrá una de las variantes del próximo RS 4 (¿o tal vez quedará para el S4?), en un esquema similar al del próximo Mercedes-AMG C63 antes comentado. Por el otro también aparecería una variante totalmente eléctrica (en este caso como el BMW i4) cuya potencia rondaría los 500 CV. Recordemos que el actual RS 4 Avant tiene un motor naftero V6, 2.9 TFSI, con 450 CV y 600 Nm de par. Aunque la potencia crecería un poco, el nuevo RS 4 eléctrico tendría un par motor bastante mayor.
También hay que prestar atención al Audi A6 e-tron Concept, con dos motores eléctricos y 470 CV. Y al igual que aquel, el nuevo RS 4 compartirá la nueva plataforma eléctrica del grupo VW, la PPE para sus modelos eléctricos premium, mientras que los híbridos seguirán con la MEB, como comentamos más arriba.
Una nueva era eléctrica viene transformando también al mundo prestacional del automóvil. No sé si es buena o mala (podemos discutirlo y habrá argumento en ambos sentidos) pero lo que está claro es que como en otros aspectos de nuestra vida, deberemos resetear nuestra mente (sobre todos los más «veteranos») para adaptarnos a estos vertiginosos cambios que vivimos día a día.