Aston Martin. La mítica, exclusiva y refinada automotriz británica especializada en el mundo de las performances y la elegancia, en partes iguales, aunque, como tantos otros deportivos mundiales, sus modelos, en general, se muestran cada vez más civilizados, si cabe el término. Hoy, Aston Martin vende este nuevo Vantage 2018 (si bien comenzará a entregarse hacia abril 2018), el DB11, Rapide S, Vanquish S, Vanquish Zagato, y el limitado y extremo Valkyrie (150 unidades).
Precisamente, sobre la base estructural del DB11, la marca inglesa está presentando el nuevo Vantage 2018, el que, del anterior, solo hereda el nombre. Todo nuevo, no solo en cuanto a elementos estéticos sino también en cuanto a filosofía de diseño. Abandonando el clasicismo histórico de sus modelos, y creando -casi- un nuevo concepto. El nuevo Aston Martin Vantage V8 tendrá un precio de USD 175,000 y su corazón será un V8 biturbo de 4 litros, de origen Mercedes-AMG (segundo Aston en montar un motor de la alemana) y que entrega 510 CV y 685 Nm. Con esta plataforma, el nuevo Vantage consigue llegar a los 100 km/h en solo 3.5 segundos (un poquito mas en realidad, ya que la cifra es para las 60 mph), con una velocidad máxima apenas por debajo de los 315 km/h. Brutal.
Su caja es ZF automática de 8 relaciones, con un pasaje entre cambios muy eficiente y rápido, incluso más que las cajas de doble embrague, dicen desde Aston Martin. Su motor está retrasado, ubicándose debajo del parabrisas y tablero, con una mejor distribución de pesos. Está montado sobre un nuevo chasis de aluminio (si bien toma elementos del DB11). Sus cubiertas Pirelli PZero son 295/35R20 atrás, montadas sobre muy atractivas llantas de aleación. Cuenta con Diferencial Autoblocante Electrónico E-diff y su suspensión es Skyhook, con 3 modos de respuesta: Sport, Sport+ y Track (pista…).
El primer Aston Martin Vantage apareció en 1951 y de la última generación (presentada en 2005 y retocada en 2012) se llevan vendidas -nada más y nada menos que- 25,000 unidades. Gran éxito comercial al que apunta mantener y mejorar el nuevo Vantage. Su diseño ha cambiado radicalmente. Comencemos por el frente, el sector que menos nos gusta del nuevo Vantage; impersonal, con la clásica «parrilla Aston Martin» modernizada, tal vez demasiado. Varios cambios de volumen en el capot y un diseño algo aburrido. Atrás la cuestión cambia radicalmente, encontrándonos , por el contrario, con un estilo muy personal, muy atractivo y moderno a la vez, quizás algo excedido en los bajos del paragolpes (salidas de escape) aunque siempre el tema diseño es muy subjetivo.
El perfil, aunque a simple vista podría entendérselo como continuista, muestra importantes cambios, con voladizos (delantero y trasero) más cortos, un diseño «menos limpio», más anguloso y menos británico; más bien más japonés, hilando muy fino claro. Para nosotros, ha perdido refinamiento y elegancia, ganando en partes iguales en deportividad e imagen prestacional. Gustos son gustos, pero no nos termina de convencer en términos generales, y habrá que esperar la respuesta del mercado y de sus compradores, bastante sobrios y continuistas.
Adentro, también cambios filosóficos, con un interior muy atractivo y moderno, con aspecto de caza norteamericano, pero, nuevamente, abandonando sobriedad y elegancia, ganando en espectacularidad.
Nuevo Aston Martin Vantage 2018. Claramente no llegará a nuestro país, ya que la marca no se encuentra presente comercialmente en Argentina, aunque no descartamos su posible llegada hacia 2019. Ojalá. Cambios radicales estéticos, con un imagen muy potente y deportiva, pero cediendo exclusividad y refinamiento británicos. Como siempre, el -reducido- mercado del Vantage tendrá la última palabra.