Hemos hablado (escrito) bastante del nuevo Alfa Romeo Milano, el modelo con el que Stellantis espera ver el inicio de la reconstrucción (comercial) de la mítica marca italiana. Se presentó hace unos días, y ya enfrenta un problema, aunque ajeno al producto en sí mismo. Ocurre que, como hemos comentado, el Milano se fabrica en Polonia, junto con sus primos hermanos Fiat 600e y Jeep Avenger, y el gobierno italiano entiende que su nombre es una denominación de origen (como el Champagne, por ejemplo) y entonces, producir en Polonia un auto con nombre originario de Italia (insisto, denominación de origen) puede resultar engañoso ya que podría hacer pensar que ese modelo se produce en Milán.
No soy abogado ni entendido en la materia; a simple vista suena como exagerado, si bien, el ejemplo del Champagne, en definitiva, es similar y por eso solo se puede utilizar en ese producto fabricado en esa región. ¿Y el Seat Ibiza?, claro, se fabrica en España, no es lo mismo. ¿Y el alemán Ford Granada? Bueno, no sé si son casos aplicables al de Milano y su controversia con el gobierno italiano. Por ahora Stellantis no se ha pronunciado al respecto. De todos modos, cambiar el nombre de un modelo ya lanzado genera incontables inconvenientes de múltiples factores. Veremos cómo sigue.