Bueno, el tema da para escribir un libro. Hay no dos, sino varias «bibliotecas» respecto a la real mejora para el medio ambiente de los eléctricos (sobre todo) e híbridos, respecto a un modelo con motor térmico o a combustión. Si solo miramos el «combustible», sin dudas el eléctrico es limpio, o al menos bastante más que uno naftero. Pero claro, debe analizarse todo el «ciclo de vida» de un modelo, desde que comienza a ser fabricado hasta que va a desguace. Y allí aparecen una serie de factores y variables, complicadas de computar, pero que, en todo caso, plantean sus interrogantes.
Ya he comentado en varias oportunidades estos «grises» en el mundo del automóvil en cuanto a sus motorizaciones. Pero ahora, Transport&Environment (Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente), realizó un estudio con 800,000 vehículos (muestra significativa) y llegó a conclusiones concretas, medidas, de algo que ya sabemos o que en todo caso se discute habitualmente. Los vehículos PHEV (híbridos enchufables) emiten 5 veces CO2 (Dióxido de Carbono) que lo dicen las cifras oficiales del fabricante. Esa brecha era de 3.5 veces en 2021 pero se ha incrementado. ¿Estamos ante un PHEVgate?
Bueno, no sé si han mentido los fabricantes, lo que está claro es los PHEV (y diría eléctricos e híbridos en general) no son tan «inocuos» como se quiere vender. Las cifras oficiales, en general miden consumo en condiciones ideales. Puedo asegurar, por ejemplo, que no hay modelo de motor térmico que consiga los consumos (en ciudad al menos) que anuncia el fabricante. Porque las condiciones reales de manejo son muy diferentes a las ideales.
T&E detectó algo obvio pero lo verificó y midió. A pesar que los híbridos están hechos para aprovechar al máximo la electricidad, en muchos casos los conductores y por diversas razones, no recargan sus baterías (en los PHEV). También ocurre que en muchas situaciones ante conducciones algo ágiles, el aporte híbrido disminuye y por lo tanto se alean de las cifras oficiales. Recuerdo por ejemplo cuando probé la RAM 1500, hace varios años, que tenía un sistema de desactivación de la mitad de sus cilindros, volviéndola bastante más austera. Pero claro, casi nunca entraba en acción.
Viajando a 90 km/h y con pie de bailarina, quedaba en cuatro cilindros, pero al pisar mínimamente el acelerador, entran los otros cuatro. Por lo tanto, en condiciones reales, ese ahorro por usar 4 de sus ocho cilindros, prácticamente nunca ocurre. En su último estudio, T&E verificó que las emisiones promedio de los PHEV analizados eran de 139 g CO2/km, bastante lejos de los 28 g CO2/km que anunciaban los fabricantes. Y esta situación es negativa tanto para los gobiernos que buscan reducir emisiones (porque no lo consiguen como pensaban) y también para los usuarios porque no consiguen los consumos que se anuncian para sus híbridos. La movilidad eléctrica (e híbrida) seguirán dando que hablar. Por ahora, el horizonte Europeo 2035 de prohibición de cualquier vehículo no eléctrico, sigue, a pesar de las cada vez mas fuertes y numerosas voces de alerta.










