En la primavera de un lejano 2021 mostrábamos el Audi A6 e-tron, en ese momento en formato concept, que adelantaba el traspaso al mundo EV de la familia del reconocido sedán de Audi. Tres años antes, se presentaba el renovado A6. A decir verdad, este eléctrico debería haber llegado algo antes, pero estas idas y venidas con el avance eléctrico (que excede a Audi), seguramente demoraron planes eléctricos de muchas automotrices. Más aun, creo (no tengo pruebas, obviamente) que Audi presenta el A6 e-tron eléctrico, en momentos en que la demanda de los EV está en su punto más bajo, porque es un proyecto terminado, y seguramente resultaba más «caro» demorarlo que lanzarlo de una vez.
Recordemos, a su vez, que hace un año y medio Audi cambiaba su nomenclatura para los modelos en general. Los eléctricos contarían con número par, y los térmicos/híbridos, impar. Así tenemos este A6 e-tron eléctrico, y varios más que seguirán (A4 e-tron, Q6 e-tron ya presentado, etc.). Por otro lado, acaba de presentarse el A5, que reemplaza al actual A4 y A5 al mismo tiempo. Y luego será el turno del A7, también reemplazando al A7 actual (ya no habrá coupé) y al A6 térmico. Pero volvamos al nuevo «sedán» A6 e-tron sportback y su variante Avant, que Audi acaba de presentar al mundo.
Contando ya con rivales directos alemanes, con el Mercedes-Benz EQE (Clase E eléctrico) y el BMW i5 (Serie 5 eléctrico), faltaba conocer la versión final de Audi para competir en el segmento. Es el Audi más aerodinámica de la historia (modelos de serie), con un Cx de 0.21 para el sportback (sucesor del A6 sedán) y de 0.24 para el Avant. Eficiencia aerodinámica. Vamos a las opciones mecánicas. A la espera del extremo RS 6 e-tron, por ahora aparecen 3 opciones eléctricas. En el escalón inicial, 367 CV con tracción trasera (un motor). Más arriba, 428 CV y tracción quattro (dos motores) y finalmente, por ahora el más potente, S6 e-tron (y Avant), con 503 CV y un modo parcial para llegar a 551 CV, logrando acelerar de 0 a 100 km/h e 3.7 segundos. ¿Algo para agregar?
Suspensión neumática adaptativa con la posibilidad de regular el despeje al suelo. Autonomías de 750 km (A6) y 670 km (S6), a través de una batería de gran capacidad y una arquitectura eléctrica de 800 V. En equipamiento, techo solar que se opaca de manera electrónica, audio Bang & Olufsen de 20 parlantes, luces traseras con diferentes patrones, y mucho más, además de las ayudas al conductor en seguridad (ADAS). Estéticamente se lo ve interesante, no tan futurista, aerodinámico, con algún recuerdo al Mondeo en sus 3/4 traseros. El sector frontal aparece algo recargado, y adoptando por primera vez el formato con LED diurnos en posición de bajas, las bajas en sector inferior y quizás demasiados elementos. Atrás más convencional y sobrio.
Y en el interior, 3 pantallas, dos integradas, eludiendo el formato tablet (elogio). Como se usa en estos tiempos, climatizador sin mandos físicos pero con atajos en la pantalla central. Alta calidad percibida, quizás demasiado moderno para los más ortodoxos, pero muy logrado, creo.
¿Llegará a Argentina?
Difícil saberlo. Muy poco probable en el corto plazo y por varias razones, ya comentadas en oportunidades anteriores, sumado al actual «parate» en las ventas de los EV en todo el mundo. No imagino a un cliente actual A6 pasándose al eléctrico, más allá de sus altas prestaciones. No digo ninguno, pero no creo sea masivo el traspaso. Como siempre, la última palabra la tendrá el mercado.
