Cuando me enteré que había una Frontier china, a partir del acuerdo entre la local Fhengzhou y la japonesa, y que uno de sus productos se basaba en nuestra conocida Frontier, sentí cierto interés en descubrir si se trataba de algo parecido a lo visto en la industria automotriz a menudo -un cambio de logo y casi nada más», o si se implicaba algo diferente. Exteriormente, ocurre más bien lo primero y la Ruiqi 7 se muestra muy diferente, con cierto aire a la Peugeot Landtrek y una enorme parrilla, con muchos cromado. En el resto, casi sin cambios.
Pero en el interior, grande fue la sorpresa al ver cambios radicales, drásticos, absolutos. Y no solo en el aspecto sino en la calidad percibida. La actual Frontier, como tantas pick ups, aunque ha mejorado su aspecto utilitario interior, tampoco destilan refinamiento, convengamos. La Frontier china parece un auto de lujo puertas adentro, literalmente. Si solo miramos su interior, bien podría pasar por un premium alemán, y poco y nada tiene en común con la nuestra, que por otra parte se está renovando en Argentina. Grata sorpresa. Ojalá algo de aquel interior se aplique al modelo global en el futuro.