No vamos a descubrir la tendencia Downsizing, consistente en «achicar» motores, con el «contrapeso» a turbos y electrónica, para conseguir similares prestaciones que modelos anteriores con mayor cilindrada. Y casos hay muchísimos en la industria automotriz. BMW 530, que probamos hace un tiempo, con motor de 2 litros y 4 cilindros, por citar un caso. Los Mercedes-AMG Clase C vienen en variantes C43, con motor de 4 cilindros y 390 CV, C63 con el V8 de 476 CV y C63S con 510 CV. Ausencia de motores V6. Pues bien, los próximos Clase C no tendrán motores V8 (ni V6). En su lugar, encontraremos solo motores de 4 cilindros, con distintos grados de hibridación.
Sí, seguirán existiendo las deseadas variantes AMG, solo que en lugar de recurrir al actual V8 de 4 litros, utilizarán el motor de 4 cilindros del AMG 43, con el aporte de uno o dos motores eléctricos para conformar un «combo» de una potencia cercana a los actuales (500 CV). ¿Mala noticia? Bueno, para el medio ambiente quizás no (si bien es un tema que tiene cierta controversia; el mundo eléctrico no es del todo ecológico). En cambio para los fanáticos de «los fierros» seguramente sí. De todos modos son cambios que se dan y no pueden evitarse. Lo mismo que los tableros digitales, por ejemplo. No está claro si esto sucederá para el nuevo Clase C a punto de ser presentado o para un futuro algo más lejano.