Un día como hoy hace 109 años nacía en Balcarce, provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Fangio, considerado el mejor piloto de la historia de la Argentina. Hijo de una familia humilde de inmigrantes italianos, se inició en el “mundo tuerca” trabajando en una herrería y en una concesionaria, hasta que finalmente logró fundar su propio taller. Aprendió a manejar de muy joven y su pasión por los autos lo llevó a competir a nivel nacional e internacional. A los 38 años debutó en la Fórmula 1 y se convirtió en el primer quíntuple campeón mundial de la historia.
A lo largo de su carrera, Fangio dejó un gran legado en Mercedes-Benz, marca con la que fue campeón mundial de Fórmula 1 en dos oportunidades, en los años 1954, y 1955. Desde entonces el vínculo entre la marca y el ídolo se fue incrementando con el paso del tiempo hasta convertirse en inquebrantable. En 1958, a los 47 años, se retiró de las competencias, luego de participar en su carrera número 200. En su historial como piloto se registran 79 triunfos en su haber, completando una inigualable campaña que incluye su participación en 51 Grand Prix de F1, de los que ganara 24, y largar en ellos, 48 veces en la primera fila.
Junto Juan Manuel Bordeu, creó la “Fundación Juan Manuel Fangio” y fundó el Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio en Balcarce, donde actualmente se exhiben trofeos, autos y presentes acumulados en su vida deportiva. Fue elegido Presidente Honorario y Vitalicio de Mercedes-Benz Argentina, cargo que Fangio desempeñó en carácter exclusivo, siendo la única persona que recibió este tipo de distinción a lo largo de la historia de la compañía. El “Chueco” siempre demostró fidelidad y admiración hacia Mercedes-Benz, incluso, reconoció en varias oportunidades: “Jamás sentí la preocupación acerca de la confiabilidad de los autos. Sabía que si hacía bien mi trabajo ganaría. Los Mercedes-Benz fueron los más dominantes autos que jamás conduje. Tuve el mejor equipo y los mejores resultados”.