Nissan viene haciendo «cosas distintas», buscando separarse de la histórica imagen de cualquier constructor japonés: buena calidad, mecánicas eficientes, pero diseños algo aburridos y sobre todo, poco innovadores. Esto no deja de ser un atributo, y por eso, modelos como el Toyota Corolla, arriesgan poco y nada estéticamente y por eso también, gustan.
Los tiempos han cambiado. Honda Civic, histórico sobrio, cambió totalmente en su generación anterior, arriesgando y mucho. Ni hablar de las coreanas Hyundai y Kia, a la vanguardia en estas disciplinas. Nissan Sentra, otro «almidonado» ha mostrado un diseño futurista y distinto en la reciente versión mostrada en el Sylphy, durante el Salón de Beijing.
Nissan se metió en terrenos diferentes con el Qashqai, un crossover de enorme éxito en Europa y sobre todo en España, donde terminó 2011 como el 4º más vendido, ganándole a Golf, Focus y 207.
Pero sin dudas, si de riesgo estético estamos hablando, con Juke fue más allá de lo esperado, con un crossover de «proporciones raras», alto y ancho, y con una silueta que -inmediatamente- recuerda a algún miembro de la familia de los batracios, alqo buscado por sus diseñadores.
El Juke «normal», se vende con una sola carrocería, y con motores nafteros 1.6 de 110 CV, 1.6 turbo de 190 CV y 1.5 dCi (origen Renault) de 110 CV. Su gama de precios va de los USD 21.000 a los USD 34.300, siendo la Shiro, la versión más completa, con Stop&Start, Nissan Conect Navigation 3D, tracción integral y bastante más. De todos modos el equipamiento general de Juke es muy bueno, contando ya en la versión más accesible con ABS+EBD+BA (ABS + Distribución electrónica de Frenado y Brake Assist), 6 Airbags, ESP (Control de Estabilidad) y Dirección Asistida eléctrica variable.
La versión de 190 CV acelera de 0 a 100 km/h en 8.4 segundos, con un consumo de combustible en ciudad de solo 10 L/100 km.
Si estas prestaciones no fueran suficientes, quedaría recurrir al espectacular Juke R, con mecánica de su hermano mayor GTR, un V6 de 550 CV (sí, ¡550 caballos!), con el que puede llegar a los 257 km/h. Obviamente su tracción es integral permanente y su chasis es -casi- de competición. Algunos elementos estéticos exteriores denotan su espíritu radical.
Si bien no adhiero a esta versión, dicen que se trató de un ejercicio de un grupo de diseñadores, que Nissan se molestó y aseguró nunca sería construído, pero, luego de una exhibición en Dubai (ver video abajo) en la que superó a 3 monstruos, llegaron los pedidos y la japonesa se vió obligada a construir una pequeña serie comercial.
Fábula o realidad, lo cierto es que en un tramo bien trabado en Dubai (ahí está la clave del resultado), el Juke R se enfrentó -nada más y nada menos- a Lamborghini Gallardo, Mercedes-Benz SLS AMG Gullwing y Ferrari 458 Italia, ganándoles con cierta comodidad. Claro, tal vez la conformación de pilotos no fue pensada, y el circuito tan trabado atentó contra aquellos pura sangre que necesitan espacio para moverse con soltura.
Lo cierto es que el Juke R tiene luz verde para pasar a producción. Se especulan con solo 20 unidades a pedido y con un costo que superaría los USD 150.000/USD 200.000.
¿Tiene sentido comprar un auto de 4 metros, de diseño controvertido y calidad «no premium» por lo mismo que valen sus eventuales competidores arriba mencionados?
No hay una respuesta global, uniforme. Cada uno tendrá su evaluación, pero, suena ilógico, ¿no?