Clase S. Suntuoso, Soberbio, Superlativo. Seguramente el abuelo de Clase S fue el famoso Pontón (W180) de 1954, comenzando una historia de exclusividad que se mantiene hasta nuestro días, solo parcialmente opacada por la submarca (de la misma Mercedes-Benz) Maybach, y que hoy sobrevive como variante top de -justamente- Clase S.Con varias renovaciones a cuestas (que en general desembarcaron en Argentina), la de 1972, aquella «larga y cuadrada», W116, fue la primera en adoptar la letra «S». La actual generación fue presentada en 2015 y se posiciona como «lo más exclusivo de Mercedes-Benz». Cuenta además con una variante coupé y ésta, Cabrio, que hoy nos ocupa. C0mo si fuera poco pertenecer al mundo S, este cabrio cuenta con motorización AMG. ¿Algo más se puede pedir?Siempre, siempre, y no nos cansamos de repetirlo, hablar del diseño de un modelo es altamente subjetivo, aunque, existen «leyes», «jurisprudencia», «derechos naturales», que permiten un cierto grado de «verdad revelada» y no todo, finalmente es -solo- opinión y por lo tanto, subjetivo. Lo que sí queda claro es que más allá de esa «objetividad» en cierto sentido, a cada cual le gusta el auto que quiera y punto.
En términos de diseño, y habiendo aclarado lo anterior, el Clase S cabrio es, exquisito. Trompa no tan baja como marca la tendencia (obedeciendo además a protección de peatones), con un aire -que ya nos es familiar- vist0 (con seteos particulares en cada caso) en Clase A, Clase C, nuevo Clase E, etc. En tren de ponernos el traje de jurado (e hilando muy fino), no nos convence que el sector de la parrilla esté adelantado, o mejor expresado, que las ópticas estén detrás del resto.Atrás nos encontramos con ópticas al estilo GLE coupé, finas, sobrias, absolutamente al ras de la carrocería. Poca estridencia; solo un sector de «bajos» algo recargado. Cola más baja que la cintura, clasicismo absoluto. Perfil muy limpio a pesar de algunos cambios de volumen. Si bien no es lo habitual, en este caso nos gusta mucho con la capota cerrada (nada de techo duro ni cabrio/coupé, claro), la que se abre o pliega en menos de 20 segundos. Llantas de rayos finos (de 20″) que dejan ver los enormes discos de freno. Lógica mala visibilidad hacia atrás, por la pequeña luneta.Entramos y nos encontramos con lo más parecido al mundo Rolls-Royce. Inmaculado, altísima calidad percibida. Curiosas 4 rejillas circulares centrales, que ya adoptan otros modelos como el nuevo Clase E. Bastante minimalista, pocos botones, tendencia inevitable en el mundo actual. Enormes pantalla táctil central y tablero «digital» configurable. Puede setearse como el clásico con agujas, o con indicadores digitales, o un mix, en fin, como desee el conductor. Nuevamente, en tren de exigencia, hubiéramos preferido un sector de tablero ppal. más ancho y que las agujas (virtuales) no quedaran tan al borde del mismo. Más allá de esto, majestuoso.Vamos a lo más importante. Sus entrañas AMG. 12 cilindros (de los pocos que van quedando en el mundo del automóvil), 6 litros, 630 CV, «0 a 100» en 4 segundos. Caja AMG Speedshift Plus 7G-Tronic. 3 modos de conducción seteables, y -según MB- tiene la misma rígidez torsional que su hermana coupé. Suspensión Neumática Airmatic (también configurable). Climatización sobredimensionada para compensar el efecto de EOS, Dios del Viento que intentará hacer de las suyas en este S65 AMG Cabrio, aunque, claro, sin éxito.En Argentina, Clase S se vende solo en versión sedán S500 largo, con el V8 de 455 CV (que «no están nada mal»), rozando los USD 400.000 (precio que seguramente bajará con las nuevas reglas impositivas. En Europa, también disponibles Coupé y Cabrio. Allí, lo más parecido a este nuevo modelo que llegará a mediados de año, es el S63 AMG (motor V8) cabrio, con un precio de USD 223.000. Otros impuestos, otra realidad, otro mundo. El «S» más barato en el viejo continente es el diesel S350d (USD 96.000), modelo que nulo éxito tendría en nuestro país, no acostumbrado a un «hiper tope de gama» diesel.
Mercedes-AMG S65 Cabrio. Casi descartado para Argentina, donde, aún en épocas mucho mejores, nunca existió más de una versión de Clase S, y obviamente sedán. Una pena.