Cambios totales, como diría el genial y extinto Gustavo Cerati. ¿Demasiados? (o mejor expresado, ¿demasiado cambio?). Intentaremos descifrar esta disyuntiva. Toyota está mostrando la -totalmente- nueva SW4 (Fortuner en muchos mercados), proyecto derivado del IMV (Innovative Multi-purpose Vehicle) que nació en 2005 y que se fabrica en Argentina tambien, junto a Hilux, su hermana  «trabajadora».Está bien. Convengamos que la actual SW4 presenta en su cuerpo marcas ineludibles del paso del tiempo; a fin y al cabo, el tiempo pasa para todos, y SW4 lleva -casi- 10 años sin entrar al quirófano. Sí, se auto-aplicó algunas inyecciones de botox, pero muy suaves. Y si bien es líder del segmento como casi toda la familia Toyota (menos Etios, al menos aun), claramente necesitaba una renovación estética. ¿Pero como, no es que los clientes Toyota son conservadores? Sí, verdad absoluta. Pero los tiempos cambian, y sino basta ver lo sucedido con Corolla, con pocos cambios en su historia (al menos entre cada generación y la siguiente) y sin embargo en la última cambió radicalmente (exageradamente creo).Algo similiar había sucedido con RAV4, modelo en el que, en la última generación modificó fuertemente su silueta. No tanto Camry, que es el ícono del conservadurismo. Pero volvamos a SW4, modelo que Toyota vende en Argentina en versiones naftera 2.7 de 166 CV y caja automática de 4 relaciones ($ 652.000), y diesel 3.0 de 171 CV, con caja manual ($ 795.000) y automática de 5 ($ 838.000), todas afectadas por el impuesto a la riqueza, totalmente distorsionador del mercado, y sino, veamos cuanto cuesta la Hilux equivalente a la SW4 más cara: $ 540.000. Una diferencia de $ 300.000 por una version equivalente cerrada es «como mucho», «too much» como se usa decir..Comenzábamos preguntándo (nos) si esta nueva Toyota SW4/Fortuner no había cambiado demasiado. ¿Está mal cambiar drásticamente de una generación a otra? Claro que no, en sí mismo.

No es bueno ni malo, pero resulta llamativo en una automotriz conservadora como Toyota (aunque no tanto ultimamente) y con SW4 particularmente ya que goza de las preferencias del mercado.

Sí, hacia falta una renovación estética, claramente, pero ¿tanto?..El problema, por llamarlo de algun modo, es que con esto se pierde un poco la esencia histórica del modelo. Y tenemos un caso reciente y parental, el del Corolla. Luego de generaciones con cambios menores, apareció la actual absolutamente distinta, tanto que, si tapáramos las insignias y preguntarámos que auto es (antes de su presentación por supuesto), pocos podrían adivinar que se trata de Corolla.

Esto no quiere decir que el camino que eligió Toyota sea erróneo. Sigue liderando el segmento y la gran mayoría elogia su diseño (mucho más el exterior que el interior; en mi caso es exactamente al revés). El éxito sigue y entonces poco para criticar, pero aun asi, venciéndome las estadísticas y debiendo rendirme ante ellas, sigo pensando que Corolla cambió demasiado.Y con SW4 ocurre algo parecido. Pero más radical que Corolla, ya que la nueva SW4 no mantiene siquiera un «plástiquito» de la generación actual y realmente ha cambiado también el estilo, el ADN, el family feeling. Es más, es el Toyota que más cambiado de todos los presentandos en los últimos tiempos, sin dudas. Pero dejemos la filosofía y volvamos a datos concretos. La nueva SW4 muestra un diseño más robusto, con más chapa y menos vidrio, con ópticas más pequeñas y una longitud que ha crecido poco menos de 10 cm (4.79 m), lo que no es poco en el segmento.Su diseño es raro; más en frente y perfil, menos en la cola. El frontal (buscando bastante) tiene un aire a RAV4, y un guiño al «Fuel Cell» Mirai: en la resolución de los antinieblas. Gran protagonismo de parrilla y logo, como todo Toyota y paragolpes «raro» que lo aleja de los cánones convencionales, globalizados. Infaltables e inevitables LED completan el sector.Vamos al perfil y encontramos algunas curiosidades: ópticas que invaden fuertemente el lateral, tercera ventanilla de gran ancho que «se funde» con la luneta (como la actual SW4), guardabarros casi cuadrados, neumáticos/llantas que parecen un poco chicos dado el tamaño del modelo, algunas nervaduras que buscan cambios de volumen y, lo principal, quiebre marcado de la línea de cintura en los 3/4 traseros, lo que le da un aire muy personal pero que no nos termina de convencer, sobre todo porque al llegar atrás vuelve a bajar, creando una zona «algo barroca», subjetivismo puro en nuestro comentario.

Pasamos atrás, insistimos, el sector más conservador de la nueva SW4, si es que resulta apropiado el término en este caso. En el fanatismo que padecemos por encontrar «parecidos» nos recuerda vagamente a la Grand Cherokee, aunque las ópticas tienen algo (no tan poco) de RAV4 y Corolla. Bien maciza y con la base de la luneta algo alta, por lo expresado en el párrafo anterior. No tan sutil alerón trasero, clásico en el modelo.Vamos al interior, donde también «todo cambió», aunque en este caso adherimos más. Interior moderno, globalizado, que deja atrás «años de comandos y terminaciones típicamente japonesas».  Ya no más pequeñas perillas ni «comandos de los 80´s» y sí, un aire mucho más «premium» que en el actual. Pantalla táctil de gran tamaño, como no podía ser de otro modo en un desarrollo moderno. Uno de los primeros volantes «trabajados» vistos en la marca, con un diseño más deportivo y el negro dominando todo sin esas «conbinaciones» vistas en el actual. Excelente interior.Mecánicamente adopta un -totalmente- nuevo motor de 4 cilindros y 2.8 litros (algo más chico que el actual), que mantiene la potencia en el orden de los 175 CV pero aumenta el torque y reduce a la vez consumo y emisiones, cumpliendo con Euro5, un deficit de la actual, con una robustez absoluta pero con consumos importantes. Si bien no hay mayores precisiones técnicas, tendríamos una nueva caja automática tal vez de 6 relaciones y no descartamos un comando de tracción 4×4/4×4 electrónico.Lo más importante es que la nueva SW4 junto a la nueva Hilux se presentarán antes de fin de año en Argentina (¿octubre?) y seguirán fabricándose como las actuales en la planta de Zárate para abastecer el mercado local y la región. Las expectativas de la marca son muy altas para los 2 nuevos exponentes (renovados, en realidad) del desarrollo IMV.

Nueva Toyota SW4. Grandes cambios. ¿Demasiados? Tal vez, pero como siempre, el mercado tendrá la última palabra. Y esperamos sus presentación y la prueba correspondiente para «hablar» con más fundamentos. La esperamos.