Subaru es diferente al resto de las japonesas, y en varios aspectos. Mientras hasta las marcas más selectas del club nipón, como Honda, buscan volumen y desarrollan modelos «globales low cost», siguiendo las tendencias de moda, Subaru se ha centrado en su filosofía y en su carácter: no le interesa ser masiva ni depender del «rating minuto a minuto». Sigue ofreciendo tracción integral y motores boxer en casi todos sus modelos. Pero además, a Subaru poco le importa el «qué dirán».

Si bien ha avanzado mucho en diseño, sus productos no son los más estéticos ni glamorosos del mercado. Esta Outback, rural aventurera de la familia Legacy, es ¿demasiado? clásica,  corroborando lo antes dicho. En el interior notamos un avance estético, aunque con algunas «perlitas» antiguas, como el display central de la computadora y su  comando, los mandos al volante y el tablero central. Y esto no es malo «per sé», simplemente es una característica de la marca, y no caprichosa; así lo prefiere el «cliente Subaru».

No solo en Argentina no es masiva. Tampoco en el resto del mundo. Mientras en nuestro país (2011), el Outback se ubicó en el puesto 143º con 200 unidades vendidas, en Brasil, el primer Subaru en el ranking fue el Forester (161º con 1058 unidades), en Alemania aparece el Impreza en el puesto 208 (911 unidades), en España el Forester llega al 177º con 428 patentamientos, en Japón el Legacy está 27º (22367 unidades), y finalmente, en Estados Unidos su performance es muy buena, alcanzando el Forester (próximo modelo de la marca que probaremos) el puesto 53 con 76.196 unidades.

Sería erróneo pensar que esta «selectividad» en las cifras de ventas es por un apatía del mercado hacia la marca. Subaru es consciente de esto y aprueba esta exclusividad, ya que es uno de sus atributos. Mientras la mayoría de las marcas se va adaptando a nuevas tendencias y busca volumen (hasta Lamborghini está trabajando en un SUV), Subaru es una de las más fieles a su filosofía e historia. Su red comercial en Argentina es pequeña. Indumotora es importador y distribuidor oficial y cuenta con 2 Showrooms en Buenos Aires (Capital y Vicente López), y sus oficinas en Martínez.

Pero vamos al análisis del Outback probado.

Como comentamos, el diseño es muy clásico. En lo personal me parece muy logrado; solo criticaría el frente, con ópticas muy grandes para el  conjunto, con algun leve divorcio estético respecto al resto, pero esto es absolutamente subjetivo.

Si bien cuenta con un despeje mayor al promedio, no es tan exagerado, lo que contribuye a su aspecto clásico de rural.
El interior tiene un diseño exacto; nada sobra, todo en su justa medida. El cuero negro domina la escena y la calidad percibida es alta, con una muy buena terminación y materiales. Con la butaca del conductor regulable eléctricamente, y volante con doble variación (desde donde se comanda el audio y el Cruise Control) , la posición de manejo es muy buena, aún para quienes eligen la butaca en su punto más bajo. Amplitud es el término que mejor define su interior.

Atrás muy buen espacio para piernas y la cabeza; lo mismo que a lo ancho, a pesar de sus generosos 4.77 m de longitud. La comodidad interior es total, para todos sus ocupantes.
Y el espacio de carga es como para transportar un equipo de voley. Muy grande.

En cuanto al equipamiento, dividamos el rubro en 2. En seguridad es muy completo. Frenos a disco en las 4 ruedas, con ABS, EBD (distribución electrónica del frenado) y asistencia al frenado de urgencia, ganchos ISOFIX, Cinturones de seguridad con pretensionadores, 6 Airbags, tracción integral, controles de estabilidad (VDC) y tracción total completan un buen equipamiento en el rubro. Tanto activa como pasiva, la seguridad es prioridad en Subaru y en el Outback, y ha recibido múltiples premios a nivel mundial. En el rubro confort, es bueno, con Climatizador bizona (enfría muy rápido), pack eléctrico, techo corredizo, computadora de a bordo (no tan completa), asiento del conductor de múltiples regulaciones eléctricas, Radio CD changer/MP3 (sin bluetooth ni TE), freno de mano eléctrico, levas para comando de caja en modo secuencial, Hill Holder (para arrancar en subidas) y faros de Xenón. No exagera, pero en dotación de confort aprueba. Mala nota para la ausencia de Sensor de Estacionamiento trasero; si bien la visibilidad es muy buena, dadas sus grandes dimensiones, vendría muy bien esta asistencia.

Vamos al apartado mecánico. Su motor boxer de 4 cilindros y 2.5 litros entrega 167 CV, a priori algo justos para sus dimensiones, la caja automática y la tracción integral, aunque responde muy bien para el espíritu del modelo y más. No es un auto para «tirar cambios» en todos los semáforos, pero cumple en el manejo deportivo.

Respecto a la caja CVT podemos analizarla desde 2 aspectos y su resultado es contrapuesto.

Para el uso tranquilo, confortable y placentero (para el que fue diseñado Outback) , la caja CVT prioriza el confort de marcha y el consumo, y pasa desapercibida. En ciudad es un placer trasladarse en esta Outback. No se perciben los cambios (la caja CVT cuenta con múltiples relaciones) y uno puede «olvidarse» del mundo exterior. Muy alto confort. Levas al volante (podrían ser más grandes o tener doble comando también en palanca central) para utilizarla en modo secuencial.
Cuando se pisa el acelerador fuertemente, la cosa cambia. Por su naturaleza, la CVT trepa rápidamente en vueltas, y mientras se acelera de ese modo, el tacómetro se mantiene arriba y el motor suena como «engranado». No es el uso pensado para Outback, cabe aclarar. La hemos probado en faldeos de montaña y respondió muy bien, simplemente no es la respuesta deportiva el mejor ámbito de esta caja continuamente variable. Muy buenos frenos completan un apartado mecánico excelente. El Control de Estabilidad es bastante permisivo (poco intrusivo) lo cual es bienvenido, ya que si bien permite algún deparre, entra en acción cuando la cosa se pone complicada, lo que casi nunca ocurre.

En cuanto a prestaciones, su velocidad máxima se sitúa muy cerca de los 200 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en torno a los 10 segundos, ambos muy eficientes teniendo en cuenta su superficie, caja CVT y tracción integral permanente. Sin dudas ayuda su peso contenido (1500 kg) para su segmento. El consumo en ciudad (muy variable con el tipo de manejo, sobre todo con la caja CVT) ronda los 9 litros cada 100 km.

En ruta, el placer tambien domina la escena. Gran distancia entre ejes, motor suave (y caja CVT que en esa condición trabaja en la zona baja del cuentavueltas), gran espacio y confort interior hacen que puedan «devorarse» kilómetros (hicimos 1200 en ruta) sin notarlo.
Finalmente en terrenos «más off road» responde con una seguridad total. Hicimos un sector del tramo Bosque Alegre-Las Jarillas, que fue parte del Rally Argentina 2011, luego de una lluvia, y realmente invitaba a quedarse todo el día emulando la histórica carrera. Excelente respuesta en caminos complicados. En subidas en terrenos con piedras y arena (grip muy bajo) prácticamente no patina, muy buena tracción, uno de los fuertes de Subaru.

Muy buen andar en ciudad y ruta, excelente performance off road, a pesar de no contar con reductora, ni ser una Land Rover Defender.

La gama Outback arranca en los USD 56.500 del XS manual, llegando a los USD 64.500 del probado CVT Limited. Aplausos de pie para su garantía de 5 años. Los Subaru nunca fueron baratos y aun así cuentan con un índice de retención de marca (fidelidad de sus clientes) que se ubica entre los más altos de toda la industria automotriz. Como reza el dicho, «quien ha tenido Subaru, ya no cambia de marca».