Subaru. ¿La más exclusiva de las automotrices japonesas? Sí. ¿La más rebelde? Probablemente también. Casi podríamos decir que «a Subaru no le caben las generales japonesas de la ley». Subaru, joven empresa automotriz, con poco más de 60 años a cuestas, y parte del conglomerado Fuji Heavy Industries, cuenta con algunas particularidades, que justamente, la hacen distinta a casi todo el resto, incluidas sus coterráneas.
Y si bien hay otras cuestiones relacionadas con el -relativamente- bajo volumen de ventas que mantiene (o para expresarlo más correctamente, no tan masivas como otras niponas), o sus diseños, bastante conservadores, hay 2 cuestiones centrales que definen a Subaru: el uso de motores boxer (cilindros opuestos) y la tracción integral en toda su gama de modelos (salvo el nuevo BRZ, fruto de la colaboración con Toyota, de tracción trasera). Y seguramente, estas 2 características han contribuido fuertemente a que Subaru cuente con uno de los índices de fidelización y conformidad más elevados de toda la industria, y singular éxito en el mercado norteamericano.
En Argentina, Subaru está representada por Indumotora, importadora y comercializadora de su gama presente en el mercado local. Indumotora vende en Argentina el nuevo XV (versión «aventurera» del nuevo Impreza), Forester, Legacy, Outback (que probamos en Automotiva), dejando por ahora fuera de su portfolio al BRZ y los nuevos WRX y STI, modelo que nos ocupa en esta nota.
Hace poco menos de un año, nos adelantábamos a los WRX/STI con el WRX Concept que Subaru presentaba al mundo en el Salón de Nueva York 2013. En rigor de verdad (la única crítica que ha recibido la nueva gama), aquel concept presentaba un osado y muy atractivo diseño que lamentablemente, pasó por varios filtros hasta llegar al -algo- edulcorado modelo que ya se vende en Estados Unidos y pronto lo hará en Europa. En ambos mercados se comercializa la nueva generación Impreza, base sobre la cual se desarrollaron XV, WRX y STI, y que no ha llegado aún al viejo continente ni a nuestro país.
Impreza fue lanzado en 1992 (generación que se vendió en Argentina), y recibió renovaciones en 2001 y 2007, siendo la de 2013, la vigente, la que nos ocupa en este caso. Mencionar los logros deportivos de Impreza (Subaru 555) en el Rally Mundial implicaría desarrollar gran cantidad de espacio ya que la incursión de Subaru con Richard Burns, Collin Mc Rae (ambos desaparecidos) y Peter Solberg marcó «un antes y un despues» en la máxima categoría, con varios títulos de constructores y pilotos. Recordar videos de Colin Mc Rae, saltando de costado o a fondo con las «on board camera», sigue provocando profundas emociones.
Pero no solo del rally vive Subaru. Impreza, seguramente con la ayuda marketinera de aquel, ha cosechado buenas ventas en todo el mundo, y con la actual 4ª generación, Subaru ha presentado dos derivados (que ya no tienen el nombre Impreza en su DNI): WRX y WRX STI. Si bien en generaciones anteriores la diferencia de potencia entre ambas versiones era mayor, en la actualidad «solo» los separan algo más de 30 caballos. El WRX cuenta con un motor 2.0 de 268 CV (USD 27.000 en EEUU) y el STI sigue incorporando el 2.5 de 300 CV, y que se vende en aquel mercado en los USD 35.000. Las diferencias entre ambos son realmente menores. Además del motor, STI cuenta con importante alerón trasero, frenos de -algo- mayores dimensiones, puesta a punto más deportiva (seteada en el circuito de Nurburgring) y algún inserto estético, no mucho más.
Si bien, como comentamos anteriormente, desafortunadamente Subaru quitó mucho de lo osado y futurista de aquel Concept WRX, el nuevo STI no deja de ser atractivo. Tengamos en cuenta que en general, los modelos de la marca no rompen moldes ni se suben a pasajeras modas estéticas. Frontal más agresivo, parrilla más invasiva, ópticas de menor tamaño, grandes tomas de aire en paragolpes y en capot para el intercooler, ópticas traseras también de menor tamaño, enorme alerón trasero y bajos del paragolpes trasero muy trabajos, con 4 -muy deportivas- salidas de escape, conforman un panorama muy interesante y con la agresividad estética justa. Excelente resultado, aun, siendo algo conservador.
Interior que adopta «la base Impreza«, con insertos en color rojo deportivo, pedalera en aluminio y poco más; Subaru nunca ha modificado fuertemente el interior de sus deportivos respecto a las versiones normales.
En términos generales se lo ve muy bien plantado, con dimensiones algo mayores que la generación actual y, al menos, por ahora, solo en versiones 4 puertas, aunque en su país de origen y Estados Unidos sí existe su hatchback.
No hay precisiones acerca del desembarco de los nuevos Impreza en Argentina ni de sus derivados WRX y STI. Sí existieron ambos, importados por Indumotora, de la 3ª generación. Sí vende el nuevo XV, que es, justamente un producto de la nueva, 4ª generación. Pero, en el -muy incierto- panorama de la industria automotriz yel mercado argentino, toda decisión acerca del desembarco de un nuevo producto, se analiza con mucho mayor detalle y minuciosidad que antes. De todos modos, podrían llegar más adelante, ojalá.
que lastima que un auto así no llegará a Argentina…o, i llega..quien lo compra?
Asì es Miguel. En Indumotora Martínez había un WRX hasta hace poco, pero el STI ya no llegaba. Si hoy lo hiciera, como decís, sería a valores exhorbitantes, para un modelo que cuenta con muchísimos seguidores, pero no tanto mercado real. Una pena.