Porsche (pronúnciese «Porshe»). Palabra que, con solo nombrarla produce «algo». Algo similar a las consecuencias de hablar de Ferrari o Lamborghini (y la lista podría seguir con Bentley, Bugatti, Aston Martin, etc). Sensaciones encontradas: admiración, sana envidia, deseo, respeto, emoción.No vamos a dedicarnos a la historia de la marca alemana, hoy dentro del conglomerado Volkswagen (que además contiene a Skoda, Seat, Audi, Bentley, Lamborghini, Bugatti y Ducati), ya que nos «pasaría por encima». Sí podemos simplemente recordar que el genial Ferdinand Porsche comenzó como tal en 1948 (es, por lo tanto, una de las automotrices más nuevas, y probablemente la que mayores logros ha conseguido  en menor tiempo) con el 356, pasando luego al 911, modelo que nacería como 901, salvo por el reclamo que hizo Peugeot por considerar que Porsche copiaba su formato de nombres. Además, el 911, «emblema indiscutido» de Porsche, no fue tan bien recibido originalmente, y fue bastante más modesto que el modelo que hoy conocemos.Hemos comentado en Automotiva la «sacudida» que produjo en Porsche el lanzamiento de Cayenne en 2003, primer modelo SUV (y primero «no deportivo, aunque en cierto sentido Cayenne lo es) de la marca. Es como si Ferrari decidiera sacar un 4×4…no es complicado imaginar la reacción de los seguidores de la marca del «Cavalino Rampante». Aunque muy criticada, la decisión de producir Cayenne fue un éxito comercial sin precedentes para la marca, y de hecho se convirtió -por lejos- en el Porsche «más vendido».

En realidad hubo otros Porsche que tampoco» la tuvieron fácil», como el 928 por ejemplo, a pesar de haber sido un excelente auto. Y Panamera, con 4 puertas, también tuvo su controversia inicial, pero hoy goza de excelente salud y no caben dudas que cuando en Porsche lanzan un nuevo modelo, «no están probando suerte». Tampoco lo están haciendo con el Macán, el nuevo ¿mini? SUV, que se ubica un escalón por debajo del exitoso y comentado Cayenne.

Hoy, la gama Cayenne -muy amplia en Europa- arranca en el viejo continente en los USD 90.000 para la versión «Cayenne», con el motor naftero (tambien hay diesel) 6C, 3.6L y 300 CV, que le permite alcanzar los 100 km/h en 7.5 segundos, nada mal para sus 2.800 kg. Con 10 versiones intermedidas, el tope de gama llega con el «Turbo S», que utiliza el motor de 8 cilindros y 4.8 L que entrega 550 CV y llega a los 100 km/h en solo 4.5 segundos…con un precio de USD 230.000. En Argentina (al momento de subir esta nota hay una incertidumbre total de precios en Argentina con la reciente devaluación), Cayenne se vende en 4 versiones, desde el  diesel V6 de 3L y 245 CV a $ 790.000 (poco más de USD 65.000 a la cotización del «blue»), hasta el Turbo Tiptronic, con el 4.8 L de 500 CV a $ 1.447.000 (algo así como USD 120.000).Volvamos al nuevo Macan. Toma la plataforma del Audi Q5 (y si lo miramos con cierta complicidad y malicia, podemos notarlo) y tiene una longitud de 4.69 m, 16 cm menos que su hermano mayor Cayenne (4.85 m), con un peso de 2.600 kg, «solo» 200 kg menos que aquel. Si bien desde Automotiva solemos comentar que 30 ó 40 cm «son muchos» en la comparación de longitudes, en este caso, Macan se ubica muy cerca de Cayenne, lo cual puede también entenderse a partir de los precios que ostenta en el viejo continente.

Allí, hoy, Macan arranca en los USD 80.000 de la versión «S diesel», que utiliza el motor 6C, 3.0L y 340 CV, sigue con el «S», con el motor 6C, 3.6 L y 260 CV a USD 90.000,  finaliza en el «Turbo» con el 6C, 3.6 L y 400 CV. Llega a los 100 km/h en solo 4.8 segundos y cuesta -en Europa- USD 125.000.

El diseño exterior de Macan es logrado, com todo Porsche, salvo -comentario a título personal- el Panamera, al que veo (exagerando adrede) como un «911 hecho limousina», pero, al que no dejo de admirar. Si bien Cayenne (como su primo Touareg) no tiene un aspecto de» 4×4 rudo» (como sí Range Rover por ejemplo), Macan ha ido más allá, y al igual que Audi Q5, cuenta con una silueta más «familiar», más «rural», y claramente está pensado para un uso ciudadano y rutero, y no para el off road extremo, a pesar que por sus características, bien podría desempeñarse en ese terreno y con resultados más que satisfactorios. Por dentro, lo que puede esperarse de un Porsche: sobriedad, refinamiento y lujo por doquier, pero también alta tecnología.Macán debería llegar a Argentina, aunque con el nuevo impuesto «al lujo», las conocidas trabas aduaneras (ambas no tendrían tanto impacto en Porsche) y la variabilidad del dólar actual, el panorama no es tan claro. Creo que llegará hacia 2015, no antes, y posicionado en un valor no muy lejano de Cayenne, como sucede en Europa, que a propósito, pronto recibirá nuevos motores diesel y nafteros que enriquecerán la gama.

Macán, un mini (no tan mini) Cayenne. Todo un Porsche.