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Probamos el BMW 525d. Eficiente, potente, austero. Alta Ingeniería alemana

En Automotiva estamos cerca de fin de año (como el resto del mundo), pero con el aditamento de celebrar 3 acontecimientos importantes:
– Cumplimos nuestro 2º aniversario desde que estamos «al aire»
– Estamos llegando a los 100 primeros envíos de Automotiva News
– Estamos muy cerca de las 1000 notas en el portalLa verdad es que no es poca cosa. Y nos motiva esta inmensa pasión que sentimos por todo lo que tenga que ver con el automóvil. Y es la misma que nos lleva a escribir, muchas veces en horarios lejanos y con el cansancio que compartimos con mucha gente que trabaja buena parte de su tiempo. Esto es pasión, pasion pura, la que intentamos llevar y traducir a Automotiva.En este contexto de placer y satisfacción por el camino transitado en este corto tiempo, pero no menor responsabilidad para continuar y profundizar esta senda, de la mano de Auto Munich, concesionario BMW en Córdoba, nos subimos al BMW 525d para sacar algunas conclusiones a bordo de este -gran- sedán alemán. Para comenzar, debemos decir que su nombre -525d-, a secas, no transmite con fidelidad lo que esconde bajo su capot. Porque, daría la impresión que la «d» implica un simple motor diesel, y esto está lejos de lo que realmente ocurre. Se trata de un motor Twin Power Turbo, con 3 elementos importantes: turbo de geometría variable, inyección a alta presión y Valvetronic. Toda esta ingeniería alemana cabe en un motor diesel de solo 4 cilindros, con 218 CV y performances altas con consumos y emisiones bajas. Tecnología absoluta.Dejando un poco el nombre del modelo probado, pasamos a su análisis. Y comenzamos por el diseño, y lo miramos de frente. Si bien la trompa (su parte «vertical») tiene una posición «baja», no lo es tanto como su hermano menor, el Serie 3, y el 335i M-Package que probamos en Automotiva. El histórico riñón doble tiene una presencia importante, tomando gran protagonismo. Un detalle curioso aparece en la pantalla «deflectora» entre el riñon y el radiador, para canalizar el aire hacia el motor más eficientemente. A pesar que nuestro 525d contaba con 4 cilindros, la trompa se ve muy larga, pensada más para los muy eficientes 6 cilindros, nafta y diesel, de la casa alemana.Nos trasladamos al extremo posterior, algo «pesado» a mi gusto, pero con sobriedad absoluta. Serie 3 tomó el estilo de ambos extremos del Serie 5 pero más suavizados.

Opticas de tamaño justo y una terminación del baúl que simula una sutil cola aerodinámica. Pasamos al perfil, el lado más conservador, quizás, de Serie 5, que va por su 5ª generación, presentada en 2010, con restyling reciente.

Muy atractivas llantas -de 10 rayos- en esta versión diesel, ni tan deportivas ni tan sobrias, sobre cubiertas Bridgestone 225/55R17, y un perfil no tan bajo que delata el confort de marcha al que apunta esta -muy- equilibrada y razonable versión. Manijas exteriores de generoso tamaño, iluminadas y de accionamiento preciso -como todo en este Serie 5- y un leve cromado que no exagera ornamentación. Perfil suave, sin cambios drásticos de volumen ni adornos superfluos, sobriedad alemana, sobriedad BMW. Como comentario final de «su costado», sobresale la diferencia entre el largo capot y la corta cola, algo que también se ve en Serie 3, no tanto en Serie 1.Entramos al 525d y nos ubicamos en las cómodas butacas en cuero, de generoso tamaño, regulación eléctrica, dos memorias (¿tienen sentido 3?) y buena sujeción, sin ser la de un deportivo, obviamente. Calurosas en verano como todas la de este «noble» material. El volante (la columna de dirección), con doble regulación eléctrica y mandos remotos, se sube cada vez que apagamos el motor, con lo cual al entrar permanece en esta ubicación, y luego baja, haciendo más fácil el ingreso. Buena posición de manejo, aunque, hilando fino la regulación longitudinal del volante podría ser más amplia; siempre «queda algo cerca» para los más altos. Finalizando con el volante, su grip es excelente, su tamaño muy adecuado, pero el centro es voluminoso y llega a tapar algunos testigos del tablero en la parte inferior o superior, depende cómo lo regulemos. Apoyacabezas regulan en altura y profundidad, excelente.Una vez cómodamente sentados, nos aprestamos a poner en marcha (botón Start/Stop) el suave motor, que de todos modos denota -acústicamente- su ADN diesel. Tablero muy legible, simple, sin excesos, con información importante (no tiene testigo de temperatura de agua, pero sí de aceite). La computadora de a bordo del display central es algo básica y se comanda con brazo lateral, no tan práctico, algo raro en este BMW donde todo es ergonomía y practicidad. Sí nos encontramos con la gran pantalla del sector central, con navegador (de exquisita resolución y muy completo), telefóno/bluetooth, radio/CD/MP3/Disco Duro, de sonido impecable y computadora de a bordo con muchos datos del funcionamiento del auto. En general, el interior es muy sobrio, negro, con apliques simil madera en un tono oscuro/grisáceo que en lo personal no terminó de convencerme, pero es solo cuestión de gustos. Aplausos para la calidad de materiales y terminación. De lo mejor en el segmento, sin dudas.El espacio interior es muy bueno, aunque estemos hablando de un modelo de poco más de 4.90 m de largo y casi 2 m de ancho. Aun así, sobra y todos los ocupantes gozarán de esta llamativa amplitud. Los de adelante viajarán cual living hogareño; los de atrás muy bien, aunque con un cojín algo bajo, que obliga a una flexión importante de piernas, hilando muy fino, es cierto. Teniendo en cuenta que la altura al techo es muy amplia, podrían haberse ubicado las butacas un poco más arriba. En parte compensa la nota un respaldo de inclinación justa que permite estar relajados, cómodos. Salidas del climatizador en túnel central. La visibilidad es buena en general, no tanto hacia atrás. Es cierto que no es un monovolumen pero podría tener algunos portaobjetos más.

El equipamiento de este 525d es bueno, aun considerando su precio (pre impuesto de lujo) de casi $ 600.000. Comenzando por el rubro seguridad, Airbags frontales, laterales y de cortina, ABS con sus sistemas asociados, ESP, Control de Tracción, Asistente de Arranque en Pendiente, Freno de mano eléctrico, Setup de funcionamiento (ECO Pro, Confort, Sport).

En confort, Stop&Start (desconectable), Climatizador de 2 vías, pack eléctrico, rueda central (joystick), Head Up Display, doble regulación eléctrico en volante, múltiple en butacas, Opticas Xenón/LED, techo solar eléctrico y más. De todos modos, teniendo en cuenta el posicionamiento de Serie 5 y el arsenal de equipamiento -sobre todo en seguridad- disponible en versiones superiores, podría venir equipado con algunos de estos sistemas.Vamos, finalmente, a la parte mecánica. El corazón de este 525d es un «cuatro cilindros» diesel, TwinPower Turbo, con -nada despreciables- 218 CV y prestaciones que no condicen con el muy bajo consumo de esta eficiente planta motriz. Llegar a los -casi- 250 km/h de velocidad, consigue acelerar de 0 a 100 km/h en «solo» 7 segundos, lo que para sus 1700 kg, es notable. Ahora, si además, tenemos en cuenta que su consumo ronda los 6 litros/100 km en ciudad (hemos conseguido menos con un manejo tranquilo en ECO Pro) y en ruta, a 110 km/h en 8ª roza los 20 km/l directamente es -casi- de Ciencia Ficción.Sí, de acuerdo, seguramente quien posea este 525d y con semejantes prestaciones, no viajará a 110 km/h, pero ese es otro tema. Que se puede viajar con consumos miserables y gran confort, se puede. Las emisiones de CO2, algo muy poco importante en esta parte del mundo (lamentablemente) promedian los 130 g CO2/km, realmente una miseria.Obviamente, la caja automática (con manejo secuencial) de 8 velocidades ayuda y mucho, permitiendo viajar en 8ª a 90 km/h y a bajísimas rpm, pero también exprimir los cambios en modo sport, pero pasando al cambio superior al llegar al corte. Es cierto que no se llega a la adrenalina que sentimos en el 550i de 407 CV, pero las sensaciones no son «tan» inferiores, con un consumo mucho menor. La dirección, de asistencia eléctrica, cuenta en todo momento con el «handling» adecuado; gran asistencia en ciudad, dureza mayor en ruta y en modo sport. Seguridad absoluta.Si bien cuenta con la posibilidad de realizar cambios en modo secuencial, dado su enorme torque, su gran potencia,  y las 8 relaciones disponibles, esto pasa a ser un proceso arcaico; mejor dejar todo en automático y disfrutar. En todo caso podemos cambiar el modo de Sport a ECO Pro, pasando por Confort. No tiene Sport+ algo razonable dada su filosofía. De todos modos el ESP es totalmente desconectable; se sugiere prudencia y responsabilidad, a pesar de su gran y equilibrada puesta a punto mecánica.En autos con ESP (afortunadamente cada vez más) hablar de estabilidad y tenida tiene sus aristas. Una cosa es que el auto tenga una puesta a punta de chasis, suspensiones y respuesta de sistemas, muy segura, y otro es que el ESP permita alguna exageración, entrando en funcionamiento y devolviendo la calma. Este 525d, a pesar de suspensiones mas blandas que el 550d y no contar con modo Sport+, permite divertirse con poca intrusión del ESP y absoluta seguridad a bordo.Casi que uno tiende a exagerar el manejo deportivo a partir de la confianza a bordo. De todos modos, tiene sus dimensiones y peso importantes; no perder el respeto por estas variables es aconsejable.  Gran confort de marcha en ciudad (ayudado por el perfil de cubiertas no tan bajo y su distancia entre ejes), solo alguna rumorosidad de su motor diesel y manejo con total relajación. Conducción deportiva -si se quisiera- con buena seguridad y sensación de seguridad, que no siempre van de la mano. Consumos muy bajos completan el excelente panorama mecánico.

¿Defectos? Poco, y buscando bastante. El mencionado de la altura baja del cojín trasero, el sonido de su motor diesel que podría ser menor, computadora de a bordo no tan intuitiva y poco más. El resto, impecable. El precio de este 525d, al momento de cerrar esta nota, es una incógnita, como la de muchos modelos,  a partir del nuevo impuesto a la riqueza que se aplicaría a buena parte de la oferta automotriz en nuestro país.

BMW 525d. Excelente experiencia. Lo devolvimos  a Auto Munich con bastante pesar. Calidad alemana.

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