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Comentarios (0) Pruebas y Contactos

Citroën C4 Aircross Tendance 4×4. Breve contacto inicial (by Parra)

Hace poco menos de un mes y medio, presentábamos en Automotiva al nuevo integrante de la familia Aircross: el C4, contándote sus principales características. En realidad, hilando fino, poco tiene que ver con su adelantado hermano menor C3 Aircross. Mientras éste es un producto de desarrollo específico de Citroën para Latinoamérica y otros mercados, sobre la base del C3 Picasso, C4 Aircross es un derivado (junto con el Peugeot 4008) del Mitsubishi ASX, o Outlander Sport, o RVR, segun el mercado del que estemos hablando.Tuvimos, en esta oportunidad, y a modo de adelanto, la posibilidad de subirnos al C4 Aircross y manejarlo durante algunos kilómetros, para poder transmitir nuestras primeras sensaciones al respecto. En primer lugar, y para ubicar el sistema de coordenadas apropiado (al fin y al cabo siempre es conveniente ubicarnos con alguna referencia), debemos decir que el tándem C4 Aircross-Peugeot 4008 es -algo así como- un japonés con perfume francés. Tienen su toque personal europeo pero básicamente comparten estructura, diseño y mecánica con el Mitsubishi ASX. ¿Es esto bueno o malo? Ni lo uno ni lo otro; simplemente es una característica: comparten virtudes y defectos del producto nipón.No abundaremos en descripciones generales de diseño y producto, ya comentadas en la nota anterior. Sí puntualizaremos algunas cuestiones aprovechando este «contacto de tercer tipo». El diseño exterior, visto desde su perfil, tiene la particularidad (como el Audi Q5) de trompa larga y cola corta, lo que le da cierta «desproporción» u originalidad, según como se mire. Quizás desentonan sus llantas, más bien deportivas, algo grandes y recargadas, sobre Bridgestone 225/55R16, perfil bajo para un SUV light.

La tapa del tanque de combustible, ubicada a la izquierda, denota su origen nipón. Otra particularidad aparece en sus barras de techo, «pegadas» a la carrocería. Zócalo inferior plástico con inserto tipo cromado; toque justo. Completan el perfil, espejos de generoso tamaño y una curiosa resolución de la tercer ventanilla.Mirándolo de frente, (en lo personal, su mejor ángulo) destaca la trompa redondeada y de gran protagonismo, con un paragolpes muy alto y luces intermitentes rodeados por la parrilla central, ubicación curiosa. Completan LEDs verticales para circulación diurna, antinieblas y lavafaros. Atrás mantiene un «aire C3» y un remate de ópticas traseras muy particular. Cromado horizontal sin exageraciones, pocos ornamentos, lo justo.Entramos al C4 Aircross con comodidad, con puertas de buen tamaño (sobre todo las delanteras) y de amplio ángulo de apertura. Nos sentamos en butacas mixtas (cuero y tela, más de lo último) con varias regulaciones -todas manuales- que permiten una buena posición de manejo, aunque volante y pedales quedan siempre algo cerca, aun con la butacas hacia atrás. Comando de regulación de altura impreciso.

A propósito del volante, cuenta con mandos de audio, control de velocidad crucero, y fuera del centro, telefonía y bluetooth. Detrás del mismo levas de gran tamaño (llamativo), muy prácticas, para comandar en forma secuencial la caja CVT. Sector central de tablero con display de audio (buen sonido) muy básico, mandos circulares de climatización, muy cómodos.El espacio no sobra, lo cual es lógico considerando sus 4.34 m de longitud, que no son para una conferencia de prensa a bordo. Pocos portaobjetos y de capacidad mejorable, algo no tan lógico siendo un multipropósito. Buena resolución estética del tablero, con 2 clásicos y muy visibles cuadrantes centrales para velocidad y rpm, ambos con agujas. Entre ambos, pequeño display digital con la computadora de a bordo (de manejo poco práctico con botón detrás de volante) y medidores de nivel de combustible y temperatura, ambos digitales. Preferimos los analógicos, pero ya son moda instaurada en la industria automotriz. Muy buena resolución gráfica. En general comandos a mano.Muy práctico el audio (radio/CD/MP3) y con buen sonido, aunque display pequeño que desentona con la estética general. Comodísimo comando de caja CVT/secuencial y detrás «rueda» para elegir los 3 modos posibles de su transmisión: 4×2, 4×4 automática (reparte entre 10 y 90% la tracción delantera en función de la necesidad en cada momento) y Lock, que lo deja en 4×4 al 50% en cada eje.  Enorme techo solar con cortina eléctrica. Espectacular para admirar el cielo.Pasamos al asiento de atrás, con respaldo algo duro, pero cómodo. Excelente visibilidad, sobre todo hacia arriba. Baúl de capacidad normal, y rueda de auxilio de medida algo menor que las otras 4. Muy cómoda boca de carga, algo alta pero muy accesible (el cierre del portón requiere un esfuerzo importante). El equipamiento (ver imagen) es interesante, sobre todo en seguridad, con ABS, REF (Reparto electrónico) y AFU (Ayuda al Frenado de Urgencia), ESP, Control de Tracción, 7 Airbags, Hill Assist (Ayuda de arranque en pendiente), ISOFIX. Faros bixenón, LEDs, espejos rebatibles eléctricamente, doble regulación de volante y entrada/salida y arranque sin llave, entre otras cosas, aparecen en el confort.Respecto al andar del C4 Aircross, como todos los vehículos de distinta marca y tipo probados con caja CVT, es muy dependiente de la caja. En ciudad es un placer, con cambios imperceptibles (ese es el objetivo), marcha muy confortable y silenciosa, excelente. Si se lo exige (el gran problema de todas las CVT) da una sensación de acelerar en vacío, pero claro, C4 Aircross no está pensando para salir raudamente en todos los semáforos. En el manejo normal para el que fue diseñado, la CVT es un placer. De todos modos, en modo «secuencial» (6 relaciones), si bien mantiene la «esencia CVT», consigue buena aceleración, y una sensación «más normal».Muy buena asistencia de la dirección y buena tenida, algo que comprobamos a pesar de lo breve del contacto. Citroën anuncia 185 km/h de velocidad máxima y 12 segundos para el «o a 100», valores razonables para motor, caja y peso del C4 Aircross. Consumo en ciudad de 10 l/100 km, cuidando el pie derecho. Notamos muy buen andar en ciudad, aunque algo duro y transmitiendo mucho lo que ocurre ruedas abajo, pero muy bueno en general, a pesar del bajo perfil de sus cubiertas.

Los precios de las dos versiones disponibles en Argentina de C4 Aircross son de $ 273.000 (4×2) y $ 316.000 (4×4). Ambos con poco más de $ 20.000 de impuesto al lujo. En Europa arranca en los USD 32.000, en versión de menor equipamiento y mecánica que las que se venden en Argentina. Cerca de $ 190.000 al dólar oficial, y por los $ 320.000 en el blue, el que -como decimos siempre- cuenta en el análisis. Creemos que C4 Aircross es un buen producto aunque, por lógicas razones, no será el caballito de batalla de Citroën. Seguramente gozará de las preferencias de mujeres que habitualente lleven a sus hijos en circuitos ciudadanos, con alguna escapada a ruta y campo. Buen producto, con ADN japonés y perfume francés.

 

 

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