Mecánicamente, incorpora la tecnología Dual VVTi, que agrega tiempos variables también a las válvulas de escape, consiguiendo una reducción en consumos y emisiones, con un leve aumento en las prestaciones (136 CV). También una caja de 6 relaciones que contribuye a la economía del conjunto.
Retomando el diseño exterior, luce moderno y compacto, con una línea de cintura alta, que le da cierta masividad, sin pérdidas drásticas de visibilidad.
El cliente Corolla desea mantener un perfil bajo y esta nueva gama cumple con ello.
Por dentro todo casi igual, con la habitual sobriedad japonesa, con algunos comandos que lucen algo antiguos, pero todo en su lugar y a mano. Nada sobra.
Excelente retroiluminación para el tablero, muy visible, aun con el sol a pleno. Radio/CD/MP3/AUX muy práctica, con botones grandes, aunque con sonido mejorable.
Volante de excelente grip, con doble regulación, forrado en cuero y con funciones de audio, teléfono y comandos por voz. Computadora de a bordo –que podría ser más completa- también comandada desde el volante.
Butacas (la del conductor regulable eléctricamente) muy cómodas, con buena sujeción en el manejo “normal”.
Nuestra versión incorporaba una cámara de marcha atrás en el retrovisor central, que se enciende al conectar el cambio, dando un plus de seguridad. En realidad Toyota lo llama Asistente al Estacionamiento, y en cierto sentido lo es, indicando trayectorias.
Vamos a la parte mecánica. Motor elástico, muy progresivo, hasta las 6000 vueltas no se queja ni se levanta, suavidad total, volvemos al tema, pensado para el cliente Corolla. Podría esperarse algo menos de ruido en el motor en altas rpm pero no llega a molestar. La caja –de comando algo duro- es precisa, y la 6ª permite viajar a 100/110 km/h a menos de 2500 vueltas, con un consumo bajo.
El Corolla no está pensado para el manejo deportivo, pero lo exigimos en nuestras sierras cordobesas y respondió con firmeza, brindando en las maniobras exigidas.
Los frenos se mostraron eficientes, aunque el tacto esté un poco por detrás.
En resumen, el Corolla hace bien todo, tal vez sin sacar sobresaliente, pero se defiende muy bien en distintos caminos, usos y prestaciones. Pensado para el cliente Corolla, que muy conforme se muestra con el modelo.
La nueva gama arranca en los $ 95,950 para el XLi, llegando a los $ 129,800 de nuestra versión full SEG, y $ 137,100 con caja automática. Valores razonables.
¿Sus rivales?
Muchos. Peugeot 408, Honda Civic, Renault Fluence, Volkswagen Vento, Citroën C4, Ford Focus, Fiat Linea, y pueden agregarse otros.