Mègane ha marcado -y lo sigue haciendo- un hito en la historia de la marca, convirtiéndose en uno de sus modelos más vendidos. No tanto como el Clio, claro,  y más en estos críticos tiempos europeos, pero aun así, ocupa el 6º lugar en Francia en este 2013. Bastante peor le va en Argentina, donde no aparece entre los 50 modelos mas vendidos, peor aun cuando Peugeot 308, claro competidor, ocupa el 9º lugar, siendo el mediano más vendido, Ford Focus el 13º lugar, mientras que sí lo hace Fluence, algo que no suena natural (que la versión tricuerpo equivalente se venda más que el hatchback), aunque Fluence hace trampa porque se fabrica en Argentina..

En rigor de verdad, esta «pobre» realidad de Megane en Argentina tiene que ver con 2 cuestiones fundamentales, ajenas o extrínsecas al muy buen producto francés.

Por un lado, claramente el hecho de ser importado extrazona (a diferencia de Focus, 308 y 408, C4, Corolla y Civic) lo que lo posiciona más arriba en términos de ecuación de costos, y en este segmento quizás, también el hecho de ser extrazona genera algun miedo en el comprador (no así en segmentos superiores).

Pero además, hubo -creo- errores de marketing y posicionamiento de Renault, que luego del Megane I, dejó un poco solo al Megane II y casi abandonó al actual III. Otra -y muy distinta- realidad vive Megane en otros mercados, básicamente el europeo, y hacia allí apunta este restyling (el 2º) de esta 3ª generación, y que será presentado oficialmente en el Salón de Frankfurt, en poco más de una semana.

Allí, la gama actual se vende con motores nafteros 1.2 de 115 y 130 CV, 1.6 de 100 CV y diesel 1.5 de 90 y 110 CV y 1.6 de 130 CV, en las versiones normales, y con una franja de precios entre USD 20.000 y USD 30.000. En Argentina, solo se venden dos versiones, con el motor (de origen Nissan) naftero 2.0 y un precio inicial de $ 168.000. Traducido a dólares, serían USD 29.500 al tipo de cambio oficial y USD 18.100 de acuerdo al blue, o «real».La nueva serie (lavado de cara) Megane III, en esta, su 2ª actualización, presenta (de acuerdo a la poca información que ha dejado trascender Renault) cambios estéticos básicamente en la trompa, alineándolo con Clio y Captur, Fluence y Kangoo, mostrando una imagen más moderna y compacta, bien resulta. Aparentemente no hay cambios (o serán muy leves) en el resto de la carrocería. Podría aparecer algo distinto en el interior, algo que sabremos cuando sea presentado en el salón germano. Indudablemente estas modificaciones deberían llegar al que tenemos en Argentina, proveniente de Turquía, aunque no antes de 2015, tal vez finales de 2014.