Clase C, podemos definirlo así, es un -más que- digno sucesor el exitoso 190, «el chico de Mercedes-Benz» durante bastante tiempo, hasta la llegada de Clase A y B. Mucho hemos escrito en Automotiva acerca de los profundos cambios en muchos paradigmas del automóvil (segmentos, seguridad, marketing, economías de escala, etc.), y el 190 ocasionó poco más que un temblor entre los seguidores de la marca de la estrella: ¿un Mercedes chico?

Claro, luego vendrían sus hermanos menores, pero aquel había iniciado el cambio filosófico en la marca. Y así como Clase A cambió -para bien o mal- definitivamente la forma de ver a Mercedes, el nuevo Clase A, ya disponible en Europa, y que llegaría a nuestro país en 2013 (y hasta podría fabricarse en Brasil en 2014) volvió a marcar tendencia en cuanto a osadía estética. Si algo pesa sobre los hombros de la marca alemana es la extrema sobriedad de sus modelos, lo que -injustamente- le ha valido el mote de «auto de viejo», término peyorativo bastante alejado de la filosofía de Mercedes-Benz, al menos de la actual.

Los directivos de la marca, en ocasión de la presentación del -totalmente nuevo- Clase A, aseguraron que «se iniciaba una nueva etapa, inédita, en la marca, de deportividad y abandono de la extrema sobriedad». Y la verdad es que el pequeño modelo está alcanzando un éxito inesperado en sus primeros meses de vida, generando preocupación en sus coterráneos alemanes premium.

Teniendo en cuenta que tendremos -por primera vez- un sedán de la familia A (CLA), y que será muy similar, en lo conceptual, al CLS, es decir tipo «coupé de 4 puertas», aunque en escala reducida, y que tendrá una longitud de 4.60 m, la misma del actual Clase C, el nuevo Clase C 2014 crecerá 10 cm, ubicándose cerca de los 4.70 m, lo que le aportará un plus en cuanto a capacidad interior, algo justa en la actual generación.

De todos modos, estará peligrosamente cerca del Clase A sedán aunque, insisto, tendrá una filosofía diferente, y por lo tanto apuntará a potenciales compradores distintos, al menos en los papeles.

El nuevo Clase C será presentado en el Salón de Ginebra de 2014 (marzo) y tomará una nueva plataforma, la MRA, que también servirá de base al próximo Clase E. En cuanto a motores, tomaría los actuales europeos. Nafteros 1.6 de 156 CV (no disponible en Argentina, sí en el nuevo Clase B), 1.8 de 184 y 204 CV, 3.5 de 306 CV y el espectacular C63 AMG de 457 CV. En cuanto a la oferta gasolera, el 2.2 CDI de 120, 136, 170 y 204 CV), y el 3.0 de 231 y 265 CV. En el viejo continente, arranca en los USD 44.000, llegando a los USD 69.000 para la gama naftera, y entre USD 43.000 y USD 65.000 para los diesel.
En Argentina la gama C es bastante más reducida, contando solo con el motor 1.8 de 184 y 204 CV, comenzando en los USD 47.500.

El próximo Clase C 2014 contará con una inédita versión híbrida, que en modo eléctrico puro tendrá una autonomía, dicen desde MB, de 30 km, más que interesante para los parámetros actuales. El objetivo de la marca alemana es destronar a sus competidores Serie 3 de BMW y A4 de Audi.

El primero, recientemente renovado, y disponible en Argentina, y el segundo con nueva generación prevista también para 2014. Clase C tomará parte del arsenal tecnológico (sobre todo en seguridad) de su hermano Clase E (también recién renovado), contando con los sistemas Adaptative Brake, Capó activo para protección de peatones, Attention Assist, Pre-Safe, Control de velocidad crucero adaptativo,  y varios más.

Lo tendremos en Argentina, aunque recién en 2015. Por ahora seguimos con el muy eficiente Clase C actual, que acaba de recibir un ligero restyling.