Fluence nació como la apuesta fuerte de Renault para mercados emergentes. Desembarcó en 2010 en Turquía (donde Renault produce algunos modelos) y poco después llegó a nuestro país.
A pesar de ser un modelo catalogado como «low cost» o desarrollado para «mercados emergentes», el Fluence cuenta con suficientes atributos para llegar a mercados competitivos, y de hecho se vende en el viejo continente, mercado no muy propenso a tricuerpos.
Allí es ofrecido en versiones diesel 1.5 dCi y nafteras 1.6 y 2.0, además del eléctrico Z.E. La gama de precios va desde los USD 28.000 hasta los USD 33.000.
En el Mercosur, desde la planta cordobesa de Santa Isabel, el Fluence cuenta con versiones que arrancan en los $ 105.000 del 1.6 16 V Confort y trepan hasta los $ 151.000 del Privilège CVT. Y se agrega el reciente Sport (turbo), que llega a los $ 160.000.
Si bien luce moderno y competitivo, justamente, ante una competencia que ha subido el plafond de comparación, recibe una ligera actualización, de la que poco se sabe, salvo lo obvio del frontal. Adopta los rasgos del nuevo Clio que también se presentará oficialmente en el salón parisino. Seguramente también recibirá algún retoque en ópticas traseras y algo en su interior. No habrá novedades mecánicas. Y estas novedades deberían llegar a la versión producida en Argentina, aunque no antes de mediados de 2013.
Mientras tanto esperamos la llegada del Fluence Z.E. (zero emission), eléctrico, cuyo desembarco en Argentina, si bien no seguro, es viable y hay crecientes rumores al respecto.