Siguiendo con este «mini veranito» de Automotiva, en la zona de los paradores top argentinos, y con las automotrices en todo su esplendor, nos subimos al Passat TDI Luxury DSG, para un breve contacto que nos permitió tener una idea del modelo de Volkswagen que se posiciona -casi- en el mundo Premium.
A diferencia de su hermano menor Vento que cuenta con dos opciones diesel, el Passat solo cuenta con una alternativa gasolera: el 2.0 TDI (que usan varios modelos del grupo VW), con 170 CV, 30 CV más que en el Vento. Nuestro Passat Luxury contaba con la caja DSG, automatizada de 6 relaciones, que puede usarse en modo absolutamente automático convencional, automático sport (estirando los cambios) y manual-secuencial (hacia adelante sube y hacia atrás baja). Si bien no hay una convención al respecto, preferimos bajar con un movimiento hacia adelante de la palanca y subir hacia atrás, nos parece más intuitivo, aunque, es una cuestión de costumbre. A pesar que no soy amigo de las levas al volante (cuestión de gustos), no le hubieran venido mal al Passat, teniendo en cuenta su perfil.
En lo referente al diseño, ésta, su 7ª generación, luce atractiva, nadie puede dudarlo, aunque, algo carente de personalidad. Esta filosofía Volkswagen de unificar estéticamente en exceso las trompas de su portfolio de productos (y que muy buen resultado comecial le ha dado) quita carácter. No obstante, creemos que el Passat sigue siendo un auto admirado y deseado, aunque por estilo, precio y dimensiones, no esté tan lejos de Vento.
Sobrio, su diseño exterior mantiene el histórico bajo perfil del modelo. «Si no querés llamar la atención, comprate un Passat», pareciera transmitirnos a su paso. En Estados Unidos existe un Passat diferente, con diseño distintivo y 10 cm más longitud (4.87 m contra 4.77 m).
Por dentro, la cuestión aún mejora. Mantiene la sobriedad, todo en su lugar, nada de más, como buen alemán, con muy cómodas butacas en cuero, con regulación mixta (altura manual, el resto, incluído el ajuste lumbar, eléctrico). Ergonomía perfecta, todo a mano, con mandos al volante (otra pequeña crítica, son los mismo que en casi todos los modelos). Gran espacio interior, sobra lugar para las piernas en el sector trasero, y baúl enorme, entra lo que a uno se le pueda imaginar. Terminación casi premium, poco que envidiar a los referentes alemanes, y es lógico que así sea, teniendo en cuenta que este Passat TDI Luxury DSG cuesta $ 330,800 (unos USD 66,100 a cambio oficial), valor similar al del Audi A4 TDI Multitronic (con 30 CV menos y una longitud 7 cm menor), BMW 320 D ( 14 CV más y 14 cm menos), y unos USD 15,000 menos que Mercedes-Benz C220 CDi AT (misma potencia y casi 20 cm menos).
El equipamiento del Passat evaluado es generoso, destacándose: Techo solar eléctrico, Xenón y LED, regulación eléctrica mixta de asiento, freno de mano electrónico, sistema de tarjeta-llave (Keyless System), espejos eléctricos calefaccionados, asientos delanteros calefaccionados, 8 Airbags, ABS+EBD, ESP, etc. Lo esperable en un auto de ese precio.
El andar es, probablemente, lo mejor en el Passat TDI. Silencioso, ágil, con 170 CV dispuestos a entrar en acción y comodidad absoluta a bordo. Transitamos caminos de tierra en mal estado con -casi- el mismo confort de marcha. Hilando muy fino podría criticar la caja DSG en cuanto a cierta complejidad en su uso en las diferentes opciones, pero es algo sutil, y el breve contacto no permite elaborar conclusiones tan contundentes.
En síntesis, una excelente opción familiar, con un precio algo exagerado (si bien en relación a lo que ofrece es razonable), un altísimo confort de marcha y con toda la seguridad activa y pasiva. Aprobado.
