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Probamos Nissan Murano Exclusive CVT. Así es, exclusivo


Nissan Murano Exclusive CVT
. No se trata de un modelo más. Si bien no se vende en el mercado europeo, sí en el norteamericano, adonde apunta centralmente  sus cañones. Allí es el modelo crossover más caro y grande, salvo por Pathfinder y Armada, si bien pertenecen al «mundo SUV». Y aunque Murano tiene algún gen SUV en su ADN, no lo es. En Argentina, Murano es el modelo tope de gama del portfolio de la japonesa. Y en el título enfatizábamos lo de exclusivo, y vamos a justificarlo más abajo.


Y algunos valores iniciales permiten entender que estamos frente a un «full size» de Nissan. Motor V6 de 3.5 litros y 252 CV, 4.89 metros de longitud, y $ 1,523,000 muestran que Murano no es un modelo de «volumen de ventas», sino más bien un vehículo de representación. De todos modos, y a partir de la experiencia de quienes tienen Murano anterior, el modelo ha generado una altísima fidelidad y una intención de compra de esta nueva generación.


Si comenzamos a analizar Murano, desde la estética, encontramos un frontal imponente,  con una enorme parrilla (que se sale de lo visto en la actualidad, original) con cromados de gran protagonismo. No menor es el de ambos grupos ópticos, a tono con otros modelos de la marca. Paragolpes -muy- integrado al frente, antinieblas convencionales y capot con leve caída hacia adelante, bastante alto. De perfil, puede apreciarse un parabrisas muy lanzado, en contraste con la curvatura del capot, o mejor expresado, del guardabarros. Casi no hay trazos rectos; muchas «curvas». Su aspecto es más de un modelo deportivo que de un SUV.


Cintura más bien alta; techo más bien bajo
. Exceso de cromados en el lateral, aunque, recordemos, esta Murano apunta al mercado norteamericano, proclive a estas terminaciones. Guardabarros ensanchados, que dan aspecto de poder y manijas delanteras en posición más baja. Curiosa y original resolución de los 3/4 traseros. Desde el lateral se aprecia el gran alerón integrado y sus atractivas llantas de aleación sobre cubiertas Yokohama 235/55R20. Atrás, originales ópticas, «muy 3D», con una luneta de buen tamaño y un diseño general «limpio» y doble salida. Logo Nissan pequeño (para los cánones actuales…).


Entramos a Murano
; tarea bastante sencilla. No solo por ángulo y tamaño de puertas, sino también porque el volante y la butaca se desplazan (en sentido contrario), de manera automática (puede setearse) para simplicarlo. Comodísimas y generosas butacas en cuero, calefaccionadas (otro guiño al mundo USA). También acá, abundancia de cromados, y el sector central repite la forma de la parrilla delantera. Excelentes materiales, blandos, nobles, y de muy buena terminación. No nos gustó el volante, ni su diseño ni sus mandos a distancia, poco prácticos, sobre todo los del display central. El sector principal del tablero (instrumentos) resulta muy claro y con muy buena iluminación, legible, con grandes cuadros (circulares) para velocidad y rpm.


Dentro de ellos (al estilo BMW), dos más chicos para temperatura de agua y nivel de combustible. Al centro, pantalla con múltiple información: Velocímetro digital, Drive computer, Fuel Economy (consumo, en formato barras). Driving Aids (ayudas a la conducción, que no son tantas), Warning Reviews (mensajes de alerta) y Settings, donde se puede «setear», de todo, desde el Driver Assit, hasta el display, Mantenimiento, etc. El Driver Assist comanda el Blind Spot (ángulo ciego), Driver Attention Alert (alarma de signos de cansancio), Time Alert y Low Temperature Alert. También en este sector aparecen odómetros total y parcial, autonomía y posición de caja, temperatura exterior y alarma ángulo ciego (además del testigo a la altura de ambos espejos).

En el sector central del torpedo, display de 7″ para visualizar Radio/CD, Media, Cámara MA y 360°. Si bien resultó práctico, su diseño es antiguo (como muchos japoneses y de todas las marcas, es un tema más filosófico que de definición) y algo rudimentario.

Levanta el puntaje el climatizador, más abajo, sí práctico y sí de muy buena presentación. Completan teclas de Start/Stop (encendido) y calefacción de butacas. Entre ellas, consola central de gran tamaño, con posavasos y comando de caja, y más atrás, apoyabrazos central con guantera de enorme capacidad.


Apenas nos sentamos en Murano, en las oficinas centrales de Nissan
en Vicente López, para comenzar la prueba, buscamos la función del navegador y no la encontramos. Oh sorpresa!, el navegador no está en la generosa pantalla central, sino en el espejito retrovisor… Muy poco práctico, e inexplicable. Será un gadget tecnológico muy atractivo (lo es) pero resulta inexplicable que no se haya dejado en el lugar más lógico. Del tamaño de parte del espejo (se puede «prender» y apagar), es muy incómodo. Claramente no fue una elección por ahorro de costos; al contrario, es más caro ubicarlo allí.


A la izquierda del volante, algunos comandos como el de apertura eléctrica del portón trasero y más abajo, escondidas, teclas de apertura de capot, de tapa del tanque y plegado asientos traseros. Muy poco prácticas, vistas en otros japoneses también. Las contrapuertas son de muy buena calidad (sector descuidado en algunos modelos), repitiendo aplique color aluminio mate del tablero. Además de los mandos eléctricos de ventanas, trabas y espejos, están los de las memorias del ajuste eléctrico de la posición de manejo (el volante regula en ambas direcciones en forma eléctrica también).


La posición de manejo es muy buena, muy cómoda, por un mix de butacas (con ajuste lumbar), volante, distancias, y alturas, muy ergonómico. Se maneja muy relajado, comodísimo. Mala nota para el freno de mano de pie, como en las viejas pick ups y algunos modelos norteamericanos. El ingreso a las plazas traseras también resultó muy sencillo. Si bien el piso es alto, la posición de las piernas es cómoda y repite el confort de las plazas delanteras. Amplísimas las traseras a lo ancho y -más- a lo largo. Se puede disfrutar del doble techo solar. Muy buena visibilidad en contra de lo que parecería desde afuera.


Muy práctico sistema para voltear el respaldo, pudiendo regular la inclinación. Confortable Murano en todas las plazas. El equipamiento no es lo generoso que uno esperaría, destacando, de todos modos, sistema Keyless, espejos exteriores rebatibles eléctricos y con desempañador, butacas en exquisito cuero,  con múltiples reglajes y calefacción, regulación eléctrica de volante, nivelador automático de luces, dirección de asistencia variable, respaldo trasero reclinable, audio BOSE de muy buen sonido, doble techo solar, 7 airbags, controles electrónicos de estabilidad y tracción, asistente para Arranque en Pendiente, Cámara 360° y más.


Abandonamos el habitáculo de Murano y vamos a revisar baúl y capot
. El primero, con portón eléctrico (comando en en la tapa y en el tablero) es de accionamiento sencillo, con un piso bastante alto (aplausos para el auxilio convencional), pero de muy buen volumen interior. Hay un cable que llega al auxilio y que no terminamos de descubrir su razón de ser. Repite la muy buena presentación en cuanto a materiales y terminaciones del resto del auto, en un sector donde muchos modelos economizan porque no está tan a la vista. No en este caso. Poco práctico destrabe de capot (mecanismo), pero con amortiguadores y ángulo de apertura poco generoso. A riesgo de ser repetitivos, muy buena calidad de presentación también en el vano motor, encapsulado, y con fluidos a la vista y a mano.


Volvemos a la butaca del conductor y ponemos en marcha Murano. El motor V6 de 3.5 litros (y 252 CV) enciende suavemente y es muy silencioso. Aunque no nos gustan las cajas CVT (en ninguno de los distintos modelos y de distintas marcas que probamos con este sistema), pero no por eficiencia sino por una simple cuestión de gustos, la combinación de la suavidad de la CVT (a bajo requerimiento del acelerador) y el motor, hacen del andar en ciudad una experiencia totalmente placentera, comparable al de sedanes de gran tamaño. Elogiable. Solo notamos una dirección algo dura en el andar citadino. Suspensiones que ayudan al confort de marcha, pero con cierta brusquedad ante lomos de burro. Realmente uno se aisla del mundo interior.


En ruta este combo placentero se replica, y a 130 km/h se viaja con total confort
(de marcha y a bordo). Excelente compromiso entre estabilidad y confort en Murano. Además, lo exigimos en curvas «complicadas» y se mostró muy estable (sin ser un BMW M235i, claro), si bien no está pensado para emular a Pechito López. Los frenos se mostraron muy eficientes, logrando detenerlo de manera muy franca y segura. La tracción es simple, salvo al detectar pérdida de capacidad de tracción, momento en el que pasa a ser 4×4, en un proceso muy suave; claro, no está configurada para el off road. De hecho no tiene reductora, ni bloqueo 4×4, ni bloqueo de diferencial. En resumen, permite alguna aventura campestre pero para hacer off road en serio, hay otras variantes. El control de estabilidad puede quitarse y queda en modo OFF casi nulo, aunque si el riesgo es importante, entra en acción, algo lógico en un vehículo de su peso, dimensiones y espíritu.


Y si bien reconocemos que las cajas CVT son muy eficientes y placenteras en el manejo tranquilo, cuando uno exige al motor, muestran su -opinable y subjetivo- costado oscuro, el de acelerar como una moto…. Sin dudas, con caja manual sus prestaciones (aceleración) y tacto serían distintos, pero no tengo dudas, solo un muy pequeño porcentaje de compradores de Murano eligirían esta configuración: por el contrario, buscan placer de marcha, y en este sentido, la CVT cumple su misión. En cuanto al consumo, el siempre controvertido tema, sobre todo en ciudad, claramente no es su fuerte. En ruta, a 110 km/h ronda los 12.5 km/l y a 130 km/h, 9.5 km/l. En ciudad, si el tráfico y las detenciones no son las de CABA un viernes a las 17 hs, se pueden conseguir hasta 8 km/l, pero, si el escenario se vuelve complicado, tranquilamente se puede llegar a 5 km/l. Claro, quien paga $ 1,523,000 por esta Murano, seguramente no tendrá el consumo entre sus principales preocupaciones, sobre todo cuando, como contrapartida, obtiene un confort de marcha superlativo en cualquier condición.


Conclusiones

Por el precio, por su diseño, por su confiabilidad, su excelso confort de marcha, sus dimensiones y refinamiento, Murano tiene su público quizás pequeño, no de gran volumen, pero muy fiel. De hecho, hemos conversado con varios usuarios de Murano anterior y no tenían dudas en volver a comprar el modelo. Muy buen andar en cualquier condición, muy buena terminación, equipamiento razonable, gran espacio y modularidad interior, auxilio convencional (a esta altura es casi un «plus»), muy buen comportamiento dinámico y diseño muy atractivo. En el debe, tal vez su precio, el consumo (aunque sigue las leyes de la física), el navegador en el espejo retrovisor, el diseño anticuado de algunos comandos y volante. Pero, para quien ya tiene Murano o busca convertirse en propietario, claramente pesan más los pros que los contras antes comentados.

2 Respuestas a Probamos Nissan Murano Exclusive CVT. Así es, exclusivo

  1. Leonardo dice:

    Hola! Quién firma la nota? Quién sacó las fotos! Gracias!!

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