Reconozco que tenía particular interés en probar este modelo, por varias razones. Por ser el Mercedes más barato que se puede comprar en Argentina (si bien hay un A200 Style con menos equipamiento, más accesible), por probar el tablero digital de la marca, inaugurado en Clase S hace un tiempo, por el nuevo motor de 1.3 litro y la caja de doble embrague de 7 relaciones, centralmente. Esta variante corresponde a la 4a generación, que mostramos en 2018, cuya novedad principal radicaba en el nuevo tablero digital conformado por dos pantallas «unidas». recurso que me terminó gustando más personalmente que por fotos, debo reconocer, lo que no cambia mi preferencia, aun, por los tableros analógicos, especie en extinción en la industria del automóvil. Clase A se vende en Argentina en variantes Style y la Progression probada, con diferencias de equipamiento, y A250, con el motor de 2 litros y 224 CV, en formato AMG Line. También su variante SUV/Crossover GLA (que no ha recibido aun la nueva generación, tampoco en el resto del mundo), y el CLA, la «coupé de 4 puertas de Clase A». No está claro si llegará más adelante el sedán más tradicional.

Vamos a lo nuestro, al análisis del Clase A probado. Bastante tiempo ha pasado de aquella primera generación, presentada en 1997 y que se hizo tristemente célebre por su mala performance en la «prueba del Alce», algo que corrigió inmediatamente Mercedes-Benz, dotándolo de un equipamiento en seguridad inédito para el segmento. Y aquel modelo inicial era un monovolumen práctico, pensado para maximizar espacio y versatilidad. El actual ha tomado un espíritu mucho más deportivo, menos familiar, si se quiere, pero con un equilibrio general muy interesante. El frontal se muestra bien bajo, con enorme parrilla y más enorme logo, algo exagerado. Aspecto de «tiburón». El capot termina bastante antes de la trompa. Atractivo, sin dudas. Atrás se muestra «gordo», macizo, quizás algo impersonal, hilando muy fino, con un diseño sencillo, limpio. En contraste con la delantera, la estrella en este sector es pequeña, lo mismo que la luneta. Pseudo salidas de escape deportivas. También atractivo.

El perfil muestra algunas características de su diseño. Trompa larga, cintura alta, techo más bien bajo, bajo despeje al suelo, sobre todo adelante, lo que le da una imagen más deportiva pero penaliza su paso por algunos accidentes topográficos. Pasarruedas bien llenos, apliques cromados en marcos ventanilla que no exageran. Luneta bastante inclinada y con alerón «deportivo». Neumáticos Hankook Ventus S1 Evo2 205/55R17 , con atractivas llantas de aleación. Redondeando el diseño exterior, me parece muy logrado, más personal adelante que atrás, bastante sobrio, aprobado.

Vamos adentro. El ingreso no es tan sencillo como parecería, por su baja altura, por un volante algo grande y butacas envolventes, aunque compensa por la retracción automática al ingresaar. Tampoco es para contorsionistas, claro. Al sentarse frente a las cómodas butacas, llama la atención inmediatamente su tablero en formato «tablet» y las salidas de aire tipo avión, demasiado llamativas para mi gusto. También resaltan varias terminaciones brillantes. El «tablero» está conformado por «dos pantallas unidas» de 10,25″ aunque, la de la izquierda, correspondiente al tablero propiamente dicho, en el caso de esta versión, ocupa solo un parte (7″). La presentación de la información es muy clara, de alta calidad y digamos, bastante intuitiva. Hay 5 posibles diseños de tablero, y a su vez con aspecto Normal o Sport. Múltiples datos y parámetros, como para jugar un rato. Los de la computadora de a bordo, temperatura exterior, nivel de combustible (sin temperatura de agua), Dinámica (G-Force), Datos de servicio (nivel de aceite, temperatura líquido refrigerante, etc.). Al lado, pantalla central con más información aún, mulitiplicidad de ajustes y seteos, Mercedes Me & apps, información del funcionamiento del auto (temperatura de agua, temperatura de aceite, nivel de la batería, presión del turbo etc), confort (masajes de asientos, luces interiores, etc.). Excelente la luz de lectura interior. Potente, pero sin molestar.

Las salidas de aire constituyen otro de los aspectos que resaltan la personalidad del nuevo Clase A., con un diseño tipo “turbina de avión”, muy llamativo para mi gusto, si bien forma parte de la estrategia de Mercedes de mostrar un Clase A más “juvenil”, más “despojado”. Otro aspecto que “ilumina” el interior tiene que ver con algunos materiales, de terminación brillante. Preferimos los satinados, opacos, pero, volvemos a lo de siempre, “es cuestión de gustos”. Bien por el climatizador, que si bien proyecta su información en la pantalla central, cuenta con mandos manuales. Ancha consola entre butacas. En ella, lo que parecería ser un pomo futurista de la caja (doble embrague de 7 relaciones), en realidad es un «apoyo» para la mano, para operar el práctico panel táctil. Con un funcionamiento tipo pad de notebook, resulta fácil de operar, y hasta se puede regular su sensibilidad. A su lado, comando del seteo del Dynamic Select (tipo de respuesta mecánica) y tecla volumen, Asistencia al Estacionamiento y otros. Una -no grata- sorpresa. «Apretamos» varias veces el botón NAVI/MAP, y no había respuesta….. es que no tiene navegador, una de las pocas falencias de este Clase A, al igual que la cámara de marcha atrás (más útil aún por su cola alta y luneta chica) y el kit para reparar neumáticos (podría haber contado al menos con un auxilio temporal…)

En resumen, entonces, el tándem conformado por ambas pantallas (la izquierda, del tablero propiamente dicho y la derecha, multifunción) es de alta calidad, muy versátil, con abundante información, y diría, bastante práctico, ya que se operan de varias maneras. Capítulo aparte para el «Hey Mercedes» («Hola Mercedes»). Nos divertimos un rato, interesante gadget. ¿Es de vital importancia? Seguramente no, pero permite transmitir algunas órdenes por voz, y no necesariamente tan directas. Por ejemplo, si la temperatura está seteada en 20°, y decimos «Hola Mercedes, tengo frío», se escuchará por los parlantes «La temperatura se ha regulado a 21°». Y así con varias funciones más. Insistimos, quizás no sea de enorme utilidad, pero ahí está y cumple su cometido. Un avance interesante. Muy buena posición de manejo, solo penalizada por apoyacabezas algo cerca de la cabeza (en exceso). Cojín extensible, elegantes contrapuertas, con los comandos eléctricos de regulación de butaca allí ubicados. La manija interna de apertura de la puerta toca la humanidad del conductor; nada grave.

Las plazas traseras resultan bastante cómodas para 2 adultos, no tanto para el central (tercero), tendencia en la mayoría de los autos en la actualidad. No es el asiento delantero de un Falcon 78, claro. Cómodas, con buena inclinación del respaldo y con ganchos ISOFIX. En tren de hiper detallistas, no nos gustó el sonido y la sensación al cerrar las puertas traseras. Vamos al portón trasero, excelente. Espacio, comodidad, acceso, piso bajo y muy buena terminación. La apertura del capot, luego del destrabe, no es del todo intuitiva. También buena presentación del vano motor, con bastante espacio disponible, siendo un «mil trescientos». Capot con amortiguador (bien) pero sin aislante interno (mal). En resumen, aunque nos pareció un poco ¿extravagante? el interior, mucho diseño, alta calidad, mucha tecnología y gran equipamiento.

Respecto al equipamiento, es interesante, «hasta ahí», en confort y en seguridad (ver recuadro). Destacamos, como positivo, los 7 airbags, el Atention Assist, Controles electrónicos de estabilidad, arranque en pendiente, control de presión de neumáticos, premium iluminación interior, MBUX (Mercedes-Benz User Experience), Linguatronic (comunicación), Dymamic Select (perfil de respuesta), Parktronic (para estacionar), luces LED, techo eléctrico. Entre las ausencias, ya comentadas, navegador, cámara de marcha atrás (compensa con sensores) y auxilio. Quizás parezca «poco para un Mercedes», pero las automotrices y sobre todo las premium hacen todo un trabajo de análisis de los equipamientos para no caer en, o atenuar, el impacto de los impuestos.

Pongamos en marcha a este Mercedes A 200 Progressive. Estamos ansiosos por ver la respuesta del tándem motor 1.3 y caja doble embrague DCT. Motor algo ruidoso al arrancar, aunque suave, y baja algunas rpm al cabo de unos segundos, mostrando absoluta tranquilidad. El motor realmente nos sorprendió muy gratamente, con 163 CV que se muestran disponibles siempre y con un sonido bastante deportivo, casi adictivo, sin molestar para los que buscan confort auditivo (no es nuestro caso). Ayuda la caja de 7 relaciones, de doble embrague, bastante rápida sobre todo en modo Sport. y con levas al volante. En caminos serranos, de cambios permanentes de dirección, mostró un aplomo envidiable (no siendo un deportivo). Solo algún quejido de los neumáticos. Alto comportamiento dinámico, al que colaboran una dirección precisa (aunque un poco sobre asistida) y frenos de alto rendimiento. Muy divertido para el manejo deportivo.

Claro, no todo es deportividad en un automóvil. Y este A200 se muestra tan eficiente también en la ciudad, con alguna aspereza de las suspensiones, y en ruta, con un confort de marcha digno de la marca, teniendo en cuenta que ese confort Mercedes-Benz no es el del Clase E tracción trasera de hace 15 años. Los tiempos cambian. Las preferencias también. La marca declara 8 segundos para «el 0 a 100», interesante valor para un 1.3 litro, aunque turbo. Respecto al consumo (rendimiento), hemos llegado a casi 20 km/l en ruta, a 110 km/h, muy eficiente. En ciudad, siempre relativa medición, el tema, como en todos los autos (y más los automáticos), es qué condición se toma como «referencia», y allí radica el problema de la estandarización. Hemos obtenido hasta 13 km/l con tránsito muy tranquilo, y también llegamos a poco menos de 6 km/l en situación de tránsito casi parado. Creemos que entre 9 y 10 km/l son conseguibles en condiciones más «normales».

Conclusiones
Nos hemos llevado una muy grata sorpresa con este Mercedes-Benz Clase A (A 200 Progressive). No porque hayamos tenido una baja expectativa previa, sino porque aun esperando bastante de él, nos ha dejando una muy buena imagen. Excelente (con aplausos…) conjunto motor/caja, alta eficiencia dinámica, muy buen andar en ciudad y ruta y alto desempeño deportivo (a pesar de no ser esa su esencia), no lo sentimos tan cómodo en caminos de tierra en mal estado. Muy atractivo diseño, interesante equipamiento (no tanto en seguridad), alta calidad, todo esto entre lo destacable como positivo (casi todo). Entre lo negativo, algunos faltantes de equipamiento ya mencionados, un espacio contenido en las plazas traseras, algunos comando poco intuitivos, falta de auxilio (aunque fuere temporal), temperatura algo brusca en su dosificación y un despeje al suelo que podría ser algo mayor.

En general, una excelente opción que no defraudará a los seguidores de la marca. Su precio es de USD 43,500, que creemos interesante, si bien en esta economía cambiante y con un dólar inquieto, el precio exacto dependerá del momento, como todos los importados en este contexto.