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Probamos DS 7 Crossback. El primer DS real (by DS Store Córdoba)

DS 7 Crossback. Nave insignia francesa

Puede sonar amarillista el título, y tal vez lo sea, pero en rigor de verdad, DS 7 Crossback es el primer desarrollo -casi- de cero de la nueva marca (2014) del grupo PSA Peugeot Citroën (Opel). Y decimos casi, con algo de mala intención, porque este DS 7 Crossback comparte plataforma (y algunas tecnologías y elementos) con el Peugeot 3008. ¿Es esto malo? Para nada, y es moneda corriente en la industria del automóvil. Por citar algún ejemplo que se nos viene a la cabeza, tanto Volvo V40 como Range Rover Evoque, utilizan motores Ecoboost de Ford. Y hay muchos más. Por otro lado, como veremos, DS 7 Crossback ha sabido diferenciarse lo suficiente como para ser considerado un modelo de desarrollo y vida propios. Y así es.

DS 7 Crossback cerca de San Clemente (Córdoba)

Hagamos un poquito de historia. Hace un tiempo, Carlos Tavares, mandamás de PSA, decidió que sus marcas darían un vuelco conceptual, no gigantesco, pero sí determinado. Peugeot apuntaría más al mundo deportivo y de lujo (sin llegar a ser premium, claro), Citroën se dedicaría a desarrollos más prácticos y hasta lúdicos, cediendo algo de refinamiento (sin llegar a ser low cost, también claro), y aparecería DS como marca dentro del grupo. DS había nacido en 2009, como submarca de Citroën, con el DS3, como un homenaje al histórico DS de mediados del siglo pasado (para mí, uno de los autos más lindos de la historia), pero se estableció como la tercera marca de DS en 2014. Luego siguió DS4. Si bien ambos se basaban en modelos Citroën (C3 y C4), en el caso de este último, podríamos decir que se trataba de un C4 más refinado. Después siguieron DS 5 (un modelo muy interesante), con su versión sedán también, DS 6 (algunos pensados para el mercado chino), y finalmente el DS 7 Crossback que probamos, y que podría considerarse el primer DS desarrollado por la nueva marca (en realidad DS 5 ya había iniciado el camino de la independización).

DS 7 Crossback en Los Gigantes, alto macizo de las sierras cordobesas

Y la jugada de DS está clara. Mientras que DS 3 y DS 4 eran, en realidad, «versiones lujosas» de sus equivalentes Citroën, DS 7 Crossback es un concepto en sí mismo, y constituye una gran apuesta, que apunta a pelear dentro del mundo premium, hoy dominado por los alemanes. Y esta tendencia sigue con el DS 3 Crossback, que presentamos hace unos 6 meses, y que reemplazará al DS 3. Ya no más DS 3 «deportivo», sino crossover de lujo; todo de acuerdo al cambio de filosofía antes mencionado, más allá que DS 3 Crossback comparte plataforma con el nuevo Peugeot 208. Teniendo en cuenta que este último se fabricará en Argentina, se especuló con que DS 3 Crossback también, algo que descartamos -casi- de plano. Sí está asegurada su llegada a nuestro mercado, importado, hacia el tercer trimestre de este año.

DS 7 Crossback en las sierras cordobesas

Pero volvamos a nuestro DS 7 Crossback y su análisis. Debemos reconocer que en la previa, no le teníamos mucha «fe» a este DS. No sé porqué, pero no nos subimos con grandes expectativas. Veamos. Basta una primera mirada general para darse cuenta que estamos ante un producto cargado de diseño y con aspiraciones premium, y se aprecia la diferencia cualitativa con su primo 3008 (ni hablar respecto al diseño). Si bien todo el auto es muy original, probablemente el frontal lo sea en grado mayor. Por lo pronto la enorme parrilla en negro brillante, con entramado romboidal (como muchos elementos de este DS 7 Crossback) llama la atención inicialmente. También el marco simil metálico, que se prolonga debajo de las ópticas, con luces LED diurnas verticales, por segmentos, y finalmente ópticas convencionales (de aspecto porque tecnológicamente no son nada convencionales). Merecen un capítulo aparte, que ya retomaremos. Quizás algo exagerado, pero atractivo frontal. Atrás, bastante más ortodoxo y elegante, sin mostrarse generalista. Opticas pequeñas, rodeadas por un metalizado que se prolonga entre ellas. En paragolpes sector acrílico similar al del Audi Q7 y falsas salidas de escape en los extremos. Logo DS de gran tamaño.

DS 7 Crossback, «3/4 perfil»…

Aunque no somos muy afectos a los cromados, la elegancia se lleva mucho mejor con ellos que con terminaciones en negro, más vinculadas a un aspecto deportivo, que no es precisamente el que busca transmitir DS 7 Crossback. El perfil sirve para apreciar el verdadero espíritu de un modelo en términos estéticos. Y claramente tiene un aspecto de SUV. Sí, quizás con algún ingrediente crossover, pero SUV. Y se muestra atractivo, claro. Voladizos más bien cortos, cintura alta, techo más bien bajo, cromados y apliques en plástico negro en zócalos y pasaruedas. Barras cromadas en techo, solo a los efectos estéticos. Atractivas llantas de aleación, algo rebuscadas, sobre neumáticos Continental ContiSportContact 235/50R19 (¿no sería lógico Michelin, para dar un completo toque francés?). Las 4 manijas exteriores cuentan con sensores como para abrir o cerrar si detectan la presencia de la llave. Algo no frecuente. Bien. Otro detalle que se aprecia desde el lateral tiene que ver con las secciones frontal y traseras: son bastante curvas. Y uno adicional, la unión de la luneta y la chapa del portón lo muestran como un «dos volúmenes y medio», con algo de imaginación en la frase.

DS 7 Crossback en Los Gigantes, con el Río Yuspe de fondo

Es hora de ver «con qué nos encontramos adentro». El ángulo de apertura de las puertas delanteras no es muy amplio, sin embargo resulta sencillo acceder al mismo, porque además, la butaca del conductor se desliza automáticamente hacia atrás para facilitar la tarea. La primera conclusión es sencilla: Adentro, y más que afuera, todo es diseño, aunque a veces, tal obsesión por el mismo, vaya en desmedro de la practicidad o la simpleza, dos características del mundo premium alemán, sobre todo de BMW. Dominado por el negro (gris oscuro) y un gris metálico (en consola entre asientos). se respira un aire distinto, sino premium (creemos que sí), al menos bastante lejos del mundo generalista. Siguen las formas romboidales en las butacas, en el panel derecho y muchos comandos y elementos. Todo el interior transmite lujo y «perfume francés»; solo desentona la consola entre asientos, con una terminación color metálica brillante, de apariencia low cost. Quizás, una terminación tipo aluminio, mate, o simil madera, le hubiera sentado mejor. Pero en todo caso, es solo un detalle para un conjunto muy logrado.

Interior lujoso y refinado. Sin dudas. Cediendo practicidad, también

El volante no es ajeno a esta pasión por el diseño del DS 7 Crossback. Con doble regulación y mandos remotos (para cambiar el diseño del tablero digital, por ejemplo), y con base plana. Buen grip y tamaño ideal. Levas. No no gustan los tableros digitales (inevitable tendencia mundial) pero éste nos terminó agradando. Cuenta con 5 diseños diferentes: Navegación, Conducción, Cuadrantes, Mínimo y Personal, cada uno con diferentes diseño, claro, y diferente información. Interesante. Una función muy práctica es la de Reconocimiento de Señales, puntualmente la de velocidades en cada lugar. Al pasar por un cartel de velocidad máxima, y a través de la cámara frontal, automáticamente la muestra en el tablero.

Múltiples configuraciones del tablero

En la parte central, arriba, reloj analógico que se esconde al apagar el motor. Detalle «chic» aunque de poca utilidad, y más abajo «botón» rectangular para el Stop/Start, que no transmite visualmente su función. Otro detalle de distinción viene con las salidas del climatizador, sobre todo las laterales. Más abajo, enorme pantalla táctil. Muy legible, de alta calidad, con abundante información (excelente el navegador) aunque poco intuitiva, y con botones en el sector inferior (tipo touch, muy sensibles), que la hacen menos práctica. Otro detalle chic: el comando del volumen, con apariencia de piedra preciosa. Similar configuración que la del 3008 aunque con diseño propio. Y no nos gustan los climatizadores sin comandos, solo manejados de la pantalla. Como ocurre con otros elementos del interior de este DS 7 Crossback, mucho diseño, buena calidad, atractivos, pero poco prácticos. En esto, no hay como los alemanes. De todos modos, para resaltar la calidad de la pantalla y la buena respuesta al tacto.

Interior lujoso

Balizas, en la «botonera» debajo de la pantalla, mal ubicadas; en el extremo derecho y sin un diseño diferenciador. Entre asientos consola de gran tamaño, en un discutible metalizado brillante, con el pomo de la caja automática de 8 relaciones como protagonista. Tamaño justo, corto, muy cómodo. No nos gustó tanto que la posición P (Parking) se coloque con un botón, ya que se puede accionar involuntariamente, aunque poco probable. Y tampoco es feliz la adopción de levas fijas (no giran con el volante) como único comando manual. No resulta crítico, pero es algo negativo. Siguiendo con la consola central, sector con 4 levantavidrios (de por sí mal ubicados) y con la tecla del freno de mano, eléctrico, bastante cerca, haciendo que pueda accionarse buscando bajar o subir el vidrio del conductor, y nos pasó un par de veces al comienzo. Apego excesivo por el diseño, con un muy buen resultado estético, en detrimento de la practicidad. De lo poco negativo en este DS 7 Crosssback. Completa el Drive Mode, para elegir el modo de respuesta mecánica: COMFORT, ECO, NORMAL y SPORT.

DS 7 Crossback con las primeras luces de un domingo, cerca de San Clemente (Córdoba)

Completando el interior, en lo que hace a las plazas delanteras, luces en techo, también táctiles, demasiado sensibles, enorme techo solar con persiana eléctrica. El diseño también llega a los contrapuertas. Las butacas son exquisitas, en diseño y en confort, con muy buen tamaño. Ambas con regulación eléctrica, incluso lumbar. Vamos a las plazas traseras, con mejor ángulo de apertura (mayor). ¿Porqué dos teclas en cada puerta? Una para el levantavidrios, y la otra para la regulación del respaldo, interesante equipamiento. Poco para innovar en el comentario de las plazas traseras; comodísimas, con diseño a la vista, buen espacio y buena altura a techo. En el debe, hilando fino, posición flexionada de las piernas, visibilidad lateral y cojín algo duro. Bastante cómodo también para el 5° pasajero, algo no habitual. Baúl con destrabe eléctrico pero apertura manual (¿?). Enorme (literalmente) boca de carga, muy práctico y cómodo para cargar, con piso algo alto por el neumático de auxilio, temporal 135/80R18; los preferimos antes que las Run Flat, aunque, siendo un auto tan cómodo para viajar, no contar con un auxilio normal tira para abajo esa funcionalidad. Capot con doble amortiguador, y motor en posición baja, con una buena presentación general.

Vano motor prolijo, encapsulado y motor en posición algo baja

Hasta acá, buena calidad, mucho diseño (a veces en detrimento de la practicidad) y un aprobado en general. Vamos al aspecto funcionamiento. Pongamos en marcha este DS. Ya en los papeles, el motor de 2 litros, diesel, y con 180 CV, preanuncia excelentes performances. Y no defrauda. Arranque instantáneo, y de modo bastante sereno y silencioso (sobre todo lo primero), siendo diesel. Si hasta acá el balance era muy bueno, con pocos puntos negativos, y relacionados con la ergonomía y practicidad interior, lo que sigue es absolutamente positivo. En todo. ¿Motor? Espectacular. Con 180 CV que parecen varios más, con respuesta a todo régimen, y más con la caja de 8 relaciones, automática, que si bien no es rapidísima, cumple más que bien (sobre todo porque DS 7 Crossback no apunta al manejo deportivo). Tanto en ciudad como en ruta, el andar es excelente, muy sereno y confortable, ayudado por la suspensión Active Scan, que se adelanta a la topografía del camino, regulando la dureza de los amortiguadores. Andar de premium alemán. Por otro lado, la posibilidad de setear el comportamiento del auto en sus modos ya mencionados, da una gran versatilidad. Nos asombró el poder frenante. Ante un panic stop, a 120 km/h, lo hizo con gran seguridad y eficiencia.

DS 7 Crossback en el Río Yuspe, Los Gigantes

¿La dirección? Eléctrica y variable, suave en maniobras (estacionamiento) y durita en ruta a mayores velocidades, y para destacar, su precisión. Lo único no tan positivo fue el andar en caminos de tierra, donde, hilando muy fino, no se siente tan a gusto. Buen radio de giro. Y dos temas que merecen un capítulo aparte. Por un lado la seguridad. Y su dotación es muy buena. Además de lo esperable (controles electrónicos, múltiples airbags, etc), cuenta con el DS Connected Pilot, que sin permitir la conducción autónoma, resulta de gran utilidad, tomando el control del volante, dirección y frenos. Circulando con el Control Crucero, va regulando la distancia al vehículo que nos precede (se puede setear el grado de sensibilidad), frenando y volviendo a acelerar para recuperar la velocidad seteada, sin correr riesgos, pudiendo detenerse totalmente si fuera necesario, en conjunto con el Active Safety Brake, que funciona hasta 140 km/h en caso de necesidad. Respecto al consumo, al haber transitado casi permanentemente por caminos irregulares no nos permitió sacar conclusiones finas, de todos modos en ruta es muy austero, con 18/19 km/l a 110 km/h. Alta eficiencia.

Atractivo paisaje en Los Gigantes, Córdoba

Además, contando con la demarcación en la ruta, cuando sus ruedas pisan alguna de las líneas laterales, endereza automáticamente la dirección para volver al centro del carril. Claro, no es para jugar, y de hecho, cuando uno lo deja ir varias veces para que «vuelva solo», aparece una alarma en el tablero: «Retome el control del volante», que traducido sería «No sea estúpido, agarre el volante y deje de jugar». Gran aporte a la seguridad activa. El otro capítulo que merece ser destacado, y que también hace a la seguridad, es el de su iluminación DS Active LED Vision. No solo regula automáticamente la luz alta si viene un auto de frente, sino que, mucho más que eso, adapta permanentemente el haz, en intensidad y en dirección, de acuerdo a las condiciones del camino y el lugar, con distintos modos (ciudad, campo, carretera, clima adverso, etc.). Cuenta con 3 unidades LED en cada óptica que van girando de acuerdo a la necesidad. No sé si de Ciencia Ficción, pero si de lo más avanzado de la industria automotriz. Altísima seguridad en este DS 7 Crossback.

DS7 Crossback con el Observatorio de Bosque Alegra como fondo

Respecto al equipamiento, si bien lo fuimos comentando, es realmente completo, destacando, además de los sistemas de seguridad ya comentados, freno de mano eléctrico, doble techo solar con persiana eléctrica, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, recarga de Smartphones, acceso y arranque sin llave con detección en las 4 puertas, pantalla táctil de 12″ y excelente resolución, cuero en terminación Rivoli en butacas, tablero y contrapuertas, regulación eléctrica de respaldos traseros y más. ¿Que le faltaría? En tren de ponernos exigentes, seguramente el sistema Night Vision (detección infrarroja de personas, disponible en la versión más cara), un HUD (Head Up Display en parabrisas), un audio de mejor sonido (si bien es muy bueno), como el Focal que trae el más caro, y no mucho más, además de un auxilio en medida homogénea con el resto en lugar del temporal. Vamos a su precio, tema siempre subjetivo.

Artística toma del DS 7 Crossback

La gama DS 7 Crossback arranca en USD 48,500 para la versión Be Chic, con menor equipamiento y el motor naftero 1.6 THP de 165 CV. Sigue So Chic, la que probamos, con un eficiente motor diesel y buen equipamiento, a USD 60,000, para terminar en la Grand Chic (agrega el DS Night Vision, el audio premium Focal Electra, masajeador y calefactor de asientos, y algo más) por USD 68,000. ¿Caro? Depende. Por un lado, con un dólar a $ 42 en estos días, en términos absolutos y en pesos, sí. Pero si analizamos su equipamiento, tecnología, calidad, diseño y algunos elementos más, la cosa cambia. Sí, es cierto, costará un tiempo insertar a DS como marca premium, en un mercado como el nuestro, en el que lo premium, en el imaginario popular, se reduce a las 3 alemanas y casi nada más. Pero que DS tiene en este modelo producto para competir ahí, sin dudas. En todo caso, el mercado tendrá la última palabra.

DS 7 Crossback

Conclusiones
DS 7 Crossback nos sorprendió. Y si el diseño exterior ya cautiva, el interior no es menos, aunque ceda en términos de practicidad. Alta calidad, muy buen equipamiento, y un andar excelente en cualquier condición, quizás no tanto en caminos de tierra. Buen espacio interior y un conjunto mecánico motor/caja/dirección/frenos/suspensión perfectamente ensamblado. Si bien la marca lo define como un SUV, creemos que cumple esta premisa sobre todo en el diseño, y también en su buen despeje al suelo. Pero también que se ubica entre el mundo SUV y el Crossover. En el funcionamiento se comporta como un excelente hatchback y hasta diría, exagerando pero no mucho, como un deportivo. Una excelente opción, con un precio que, aunque «valga lo que cuesta», no será sencillo convencer al mercado que es una opción que puede plantarle bandera a muchas otras ya establecidas y del mundo premium. Pero, sin dudas, hay producto. Gran expectativa por su hermano menor, el DS 3 Crossback que llegará sobre el último trimestre del año.

DS 3 Crossback, el próximo DS genuino, que tendremos en Argentina en 2019

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