Aunque habíamos tomado contacto con Citroën C3 hace un tiempo, y no ha sufrido cambios de cierta relevancia en estos últimos años, aprovechamos la disponibilidad de una una unidad Feel caja manual (bitono) para volver a recorrer atractivos paisajes cordobeses. En este caso, Los Gigantes (desde Tanti hasta pasando el río Yuspe) y un camino que no conocíamos, el que une Tanti con Icho Cruz y Cuesta Blanca, pasando por la pintoresca Cabalango. El año pasado Citroën comenzó a ofrecer la pintura bitono en el C3, dotándolo de mayor personalidad. En este caso, hablaremos del modelo y nuestras conclusiones, y más adelante comentaremos acerca de la escapada a aquellos atractivos paisajes.
Algunos comentarios acerca del diseño de este C3 Feel. Claramente no es el más moderno, toda vez que fue presentado en 2010 y se ha mantenido en nuestra región prácticamente sin cambios. Es cierto, es un modelo que «nació moderno» y que aun hoy se muestra vigente; de todos modos muestra el avance de los años. Por supuesto esto es relativo, subjetivo: un auto gusta o no, sea un diseño reciente o tenga algunos años, punto. C3 no tendrá un sucesor conceptualmente similar, ya que será reemplazado por un nuevo C3 «SUV» (al estilo Nissan Kicks). Hay que tener en cuenta que Stellantis es «muy nueva» y muchos planes ya aprobados podrían cambiar o modificarse; no es fácil aventurar qué modelos seguirán y cuales no.
El sector frontal es atractivo. Podría decirse que con ópticas grandes para lo que se ve en la actualidad, pero no deja de ser atractivo. Llama la atención la proliferación de terminaciones (simil) cromadas, sobre todo adelante. Lo único que personalmente le hubiera cambiado es la ubicación de las LED diurnas, sobre el paragolpes, subjetividad mediante. Tiene «una onda» al DS3 anterior (el «de Loeb») y es lógico ya que tienen mucho en común. Parabrisas de gran tamaño. Atrás, diseño «limpio», sin estridencias, con luneta también de buen tamaño. Desde el perfil llama la atención su «línea de cintura curva», y en posición más baja que trompa y cola, una característica del modelo, simpática. Techo bastante curvo. Desde la cintura hacia arriba, «todo en color negro». Atractivas llantas sobre neumáticos Pirelli P7 195/55R16. Entremos al C3.
Tarea sencilla. El tablero es analógico, como nos gusta, aunque se trate de una especie en extinción, lamentablemente. Cuentavueltas (tacómetro) a la izquierda, velocímetro al centro, y sector digital de la computadora de a bordo (básica) a la derecha, junto con indicador de nivel de combustible. Buena posición de manejo, muy cómoda, con un volante elegante y doble regulación (algo que no se ve muy a menudo, aun en segmentos superiores). No tiene mandos a distancia aunque cuenta con dos «satélites» detrás, para comandar la velocidad crucero y el audio, muy prácticos ambos. Muy buena visibilidad gracias a la gran superficie acristalada. La calidad constructiva es buena (solo algo frágil la» visera» sobre el tablero») aunque con materiales duros, plásticos, en principio lo esperable. Pantalla central de buena resolución y visibilidad; no tanto cuando el sol «posa sus rayos sobre ella».
La guantera es de buen tamaño (no parece desde afuera) pero faltarían un par de portaobjetos adicionales. Comando de caja a mano, ergonómico y caja precisa. Mal para la ubicación de los levantavidrios (casi verticales en panel de puerta) y tecla de balizas (casi inaccesible con 1a, 3a o 5a colocadas). El entorno es atractivo y cómodo, más allá de los años del modelo. Al igual que su primo aventurero C3 Aircross, las puertas cierran con un ruido metálico distinto a lo habitual. Vamos a las plazas traseras.
Acceso normal, muy buena visibilidad, buena altura a techo (algo menos en marco de puertas), mejor espacio interior a lo ancho que a lo largo. Como en casi todos los modelos, plaza central (5a) menos cómoda que las otras dos (respaldo más duro y túnel central). El acceso al compartimiento de carga es muy sencillo con un volumen razonable para su tamaño. Solo complica levemente bajar el portón una vez desplegado. Auxilio levemente diferente a los otros 4 neumáticos. Destrabe (2°) del capot poco intuitivo, buena presentación del vano motor y un espacio que no sobra.
El motor del C3 es un viejo conocido dentro del grupo PSA. El 1.6 de 115 CV que no sorprende (aceleración progresiva) ni desentona. Muy precisa la caja de 5 relaciones (aunque podría ser de 6 a esta altura, claro), conformando un buen tándem con el motor. Aunque con ambos trenes algo ásperos, el andar es muy bueno en ciudad, y también en ruta, silencioso. Solo a altas velocidades, filtrado de ruido eólico. La tenida es buena, ante exigencias deportivas, con neumáticos más orientados al confort. Consumo a 110 km/h (rendimiento) de 15.5 km/l.
Como parte del contacto nos hicimos una escapada a Los Gigantes, macizo dentro de la provincia de Córdoba, pasando Tanti, donde mostró un buen andar en caminos de tierra, algunos en mal estado, más allá de lo comentado antes respecto a los trenes rodantes. Fue coincidente con un fin de semana extra largo así que bastante gente por todos lados. Y siempre atractivos Los Gigantes, con su paisaje tan particular. Como resumen de este contacto, como me gusta decir, este es el típico auto «promedio». Hace todo de manera correcta, en nada descolla, en nada defrauda. Un modelo atractivo a pesar del paso de los años, ý que tendrá un sucesor estilo SUV diseñado para nuestra región. Un modelo más pensado para el uso urbano, con un motor confiable, un poco gastador en ciudad. Como resultado final, en la balanza de los más y los menos, una interesante opción para quienes busquen un auto de tamaño contenido, maniobrable y atractivo.