Haciendo un poquito de historia, breve, acerca de esta nueva generación de la pick up pequeña Strada, fue presentada en su Brasil natal en abril del año que acaba de terminar, ya en agosto fue introducida por Fiat en el mercado argentino, y un mes después pasó por las manos de Automotiva, dejándonos una muy buena impresión (sobre todo en el andar), resultando un salto cualitativo importante respecto a la anterior generación. Aprovechando que volvimos a contar con el modelo, varios meses después, hicimos dos recorridos turísticos muy interesantes, en Córdoba: el camino al Cerro Los Linderos (muy cerquita del Champaquí) y el habitual recorrido por el macizo de Los Gigantes, ambos espectaculares.
Aunque no he recorrido la totalidad de los atractivos paisajes cordobeses, sí muchos, éste, el camino que parte de Yacanto (de Calamuchita) y llega al Cerro Los Linderos, prácticamente el punto más alto de la provincia, era uno de los pendientes, y la nueva Strada fue la excusa perfecta para desandar este espectacular camino, que va paralelo a la línea de Alta Tensión que cruza las Altas Cumbres. Dada la altura del punto de destino (casi 2,800 msnm), era importante elegir un día soleado, para poder apreciar esos idílicos paisajes y por la posibilidad de perder visión por nubes bajas, imposibilitando aprovecharlos. Casi a las 8 de la mañana de Navidad (25/01) salía a la Ruta Nacional 36, y a las 8:40 llegaba a San Agustín, adonde desviaría para cruzar hacia Calamuchita. Hasta ahí Strada había promediado poco menos de 110 km/h, consiguiendo unos interesantes 15.7 km/l. Y volvíamos a comprobar uno de sus pocos aspectos negativos: un motor ruidoso a más de 100 km/h por cuestiones propias y por una caja de 5a que se queda «corta» en esa situación.
Tras una vuelta forzada por un brutal accidente que había dejado el acceso cortado, a las 9 comenzaba a transitar el camino de tierra (de montaña para ser más exactos), denominado Ruta Provincial 365 que vincula San Agustín con Villa General Belgrano. Estado bastante bueno (para lo que suele ser). Allí el rendimiento fue de 7.5 km/l, con una velocidad promedio de 28 km/h… tramo muy sinuoso (horizontal y verticalmente). Impecable confort de marcha, digno de segmentos superiores, destacable. A las 9:50 llegaba a la Ruta 5, luego de cruzar la montaña, con el odómetro marcando 81 km recorridos desde la salida de la ciudad de Córdoba. Unos 20 km y 20 minutos después estaba por comenzar a transitar el camino de tierra que sale de la Ruta Provincial 109 (en cercanías de VGB) y llega a la misma Yacanto, punto de inicio del camino a los Linderos.
Media hora después habíamos desandado los 39 km de tierra (típico camino de la zona, con vegetación abundante y bastante piedra). Unos 12.4 km/l de promedio sonaban interesantes para este tipo de trazado, que estaba en bastante buen estado. Tras cruzar la atractiva localidad de Calamuchita, comenzamos el camino a Los Linderos. Fuertes pendientes (para llegar al punto más alto de Córdoba), bastante sinuoso (lo que permitió la naturaleza del lugar) y con vistas cada vez más espectaculares a medida que se sube hacia el destino. Allá abajo, el río el Durazno, con lo muy complicado de su acceso en casi todo su recorrido, y aguas más que cristalinas (en parte por esa razón, justamente). La línea de Alta Tensión me acompañaba y uno la admira pensando cómo habría sido su construcción, con semejantes desniveles y accidentes geográficos, casi insalvables. Vamos bien con Strada, fortaleza notable en un camino que trepando comienza a complicarse, con algunas zonas con mucha piedra y algunos desniveles.
Casi a las 12 en punto llegué al Puesto 3 Arboles, único puesto en el camino antes de la cima. El espectacular día diáfano comenzaba a verse amenazado por nubes que se vislumbraban en la cima; nada raro en las cumbres de montañas de cierta altura, como éstas. Llevamos poco menos de 30 km desde que salimos de Yacanto. A las 12:15 llego al punto conocido como «La bifurcación», ya que allí la línea de Alta Tensión sigue su recorrido (casi perfectamente recto), bajando hacia el otro Yacanto (el de Traslasierra) y el camino sigue hacia Los Linderos. En este punto, la altura es de 2709 msnm, el clima bastante frío, ventoso; imagino cómo será en invierno… Quedan solo 10 km hasta el punto cúlmine de este espectacular camino de montaña y es tentador continuar a pesar de las nubes ya cubriendo a esa altura todo el paisaje. Llegamos a los 2709 m de altura, pero, resultando hasta peligroso transitar ante probables tormentas, con un trazado muy irregular, en mal estado y sin visibilidad, decidí volver antes del destino final, triste por no haber podido llegar al Cerro Los Linderos (y desde allí a pie, unos 45 minutos hasta el mismísimo Champaquí), pero con la alegría de haber disfrutado un paisaje espectacular, único, con vistas que deleitan hasta al más indolente, y con la idea de volver en otra oportunidad para «hacer cumbre».
El descenso fue más divertido, claro. Si bien el motor 1.3 Firefly de 99 CV de la Strada rinde correctamente para su uso normal (para el que fue diseñado), en estas abruptas subidas y en altura, se debe recurrir más el acelerador y la caja. En bajada, es otra cosa. Aprovechando la ausencia total de visitantes al lugar (siendo 25 de diciembre…), y dentro de los límites razonables de una vía pública, me divertí mucho con un Control de Estabilidad perfectamente ajustado (algo no habitual en muchos modelos), que permite algún deslizamiento sin comprometer la seguridad, y actuando para corregir con bastante suavidad. Balance perfecto no muy habitual, insisto. Así que el descenso se me pasó rapidísimo, llegando a las 13:17 nuevamente a Yacanto. Un detalle positivo, hablando de Seguridad. La alarma de Olvido del Cinturón es «taladrante», literalmente. Bien. Son las 14:12 y llego nuevamente a Villa General Belgrano, tras un mix mayoritariamente en tierra. Desde allí, el regreso a Córdoba, pero por Ruta 5 (pasando por Alta Gracia), trazado paralelo, digamos, a la Ruta 36 elegida para la ida.
A las 15 hs estaba cruzando el peaje de acceso a Córdoba, tras haber totalizado 7 hs y 15 minutos (sin parar) y 296 km, muchos sobre caminos de montaña, de tierra, claro, y unos pocos en estado bastante malo (en la última parte). Como resumen, en cuanto a lo paisajístico, sin dudas todo el recorrido, por una u otra razón, fue atractivo, pero sin más aún, desde Yacanto a los Linderos, una fuerte trepada, muy sinuosa, fue espectacular. Vale la pena, claramente. En cuanto a Strada, nada por descubrir respecto a lo comentado en aquel test que hicimos hace unos meses, a una unidad idéntica a ésta. Excelente confort de marcha, y llamativo en caminos en mal estado, parece más una RAM que una «humilde» Strada, aunque suene exagerado (hablo de robustez en «los bajos» y lo que transmite al habitáculo). El motor es apto para la Strada, pero pide una 6a marcha si se circula a más de 110 km/h. Algo de ruido eólico, y sobre todo del motor, a altas revoluciones. Buena terminación, una caja que no descolla pero acompaña perfectamente y un diseño muy atractivo. 300 km transitados con muy buen confort, sin cansar, y habiendo manejando un auto (pick up en este caso) que invita a ser manejado, que resulta divertido de conducir. Y no son muchos los modelos que pueden jactarse de ello.
Finalmente, aprovechamos para otra salida, habitual, al macizo de Los Gigantes, en la misma línea que este cordón montañoso, digamos, y a unos 70 km en línea recta hacia el norte. En ese caso la salida fue bastante más temprano; a las 6:40 estaba cargando combustible en Circunvalación de Córdoba, para salir rumbo a Carlos Paz, llegando a las 7 (al ACA en la entrada a «la Villa»), tras 34 km, tranquilos, a poco menos de 100 km/h con un rendimiento de 13.7 km/l (con pendiente). 10 minutos después estaba desviando hacia Tanti, punto final del asfalto y comienzo del camino a Los Gigantes. A las 7:20, apenas 40 minutos después de haber salido desde Córdoba (gracias a la casi ausencia total de tráfico) estaba ya comenzando la tierra. Treinta kilómetros después, llegaba al puente sobre el Río Yuspe, para dejar descansar a la Strada y practicar trekking, río arriba, con escenarios muy atractivos, transparentes aguas, de poco caudal, varias truchas, y un relax físico y mental. Casi 3 horas después volvía a ponerme al mando de la pick up para regresar a Córdoba, llegando poco antes el mediodía, con un promedio desde Carlos Paz de 16.8 km/l a 105 km/h, gracias a la pendiente inversa. Vuelvo a destacar el andar confortable de Strada pero por sobre todo, la sensación de enorme robustez mecánica al transitar por caminos en mal estado. Luego siguió un viaje hasta Cruz del Eje, y otros, totalizando 1,200 km con la Strada en esta oportunidad. Hasta la próxima, ojalá que dentro de poco…