Que sí, que no, que tal vez. Claro, cuando se trata de una institución (no solo) en el mercado norteamericano, las repercusiones a favor y en contra suenan por altoparlantes. Hace un año dábamos la triste noticia del reemplazo de la RAM 150 TRX por la más racional RHO, con prestaciones para nada vergonzosas, pero claro, sin la magia de un V8. Ya desde el 2021 vienen los rumores sobre la desaparición del V8 HEMI (en versiones 5.7 y 6.2), lo que ocurrió en la familia RAM, donde el nuevo Hurricane 6 ingresó a la familia, pretendiendo hacer olvidar al mítico V8. Fue tanta la repercusión en el mercado norteamericano, que el año pasado dábamos cuenta acerca de los fuertes rumores sobre un «regreso» del poderoso motor de 8 cilindros.
Y más cerca en el tiempo, nos preguntábamos si, a partir de la ida de Tavares (enemigo explícito del V8 HEMI, quizás con razones atendibles desde su rol de líder de Stellantis), había esperanzas para tal regreso. Hoy por hoy, solo queda el Wrangler 392 con el V8 HEMI pero de 6.4 litros, transitando sus últimos días comerciales, y el Durango SRT, con el 5.7 y el 6.2, asegurados durante 2025 al menos. Aunque no de manera estrictamente oficial, directivos del grupo Stellantis, de la división norteamericana, han confirmado que volverá la RAM TRX 1500 con el motor HEMI V8 y lo mismo sucederá con Durango. Claro, si miramos los nuevos modelos, el Charger se vende EV y naftero pero con el V6 y no hay nuevos modelos a la vista que puedan ofrecer el V8 HEMI. Pero, por lo menos, lo veremos en RAM y seguramente en otros modelos. Ojalá.








