¿Un Toyota Corolla puesto a punto en Nürburgring? ¿Al estilo Porsche 911 y otros deportivos soñados? Bueno, no, stop. No tan así. Lo cierto, de todos modos, es que esta edición limitada del Corolla, para Tailandia, recibe el nombre del mítico circuito alemán, en el que nuestro Juan Manuel Fangio se coronara campeón mundial de la F1 por 5a vez, en 1957, en lo que se considera fue la mejor carrera de la historia de la F1. Paradójicamente, el Corolla Nürburgring no tiene mejoras en la motorización, que sigue siendo la 1.8 de 140 CV o la híbrida también 1.8 pero con 122 CV. En Tailandia se vende como Corolla Altis.
¿Qué cambia entonces para recibir semejante distinción lingüística? Bueno, no mucho. A nivel estético, nueva parrilla, más deportiva aunque algo recargada, nuevos paragolpes, más agresivos, faldones laterales, algunos apliques, nuevas llantas y deflectores traseros en la parte baja del paragolpes (también modificado). En el interior, solo detalles alusivos a la ¿icónica? versión. En cuanto a la mecánica, más allá de las mismas plantas motrices que el resto de la gama, sí cuenta con una suspensión revisada, y con un levemente menor despeje al suelo. Además, la respuesta del acelerador se ha modificado para hacerla menos progresiva, y por lo tanto «más racing». Cambios menores que suenan a poco para una versión Nürburgring, pero que no dejan de ser interesantes, como una nueva opción, por ahora solo para el mercado tailandés.
