A mediados de un complicado 2020 (cuarentena), Toyota presentaba su nuevo SUV derivado del Corolla, justamente el Corolla Cross. Fue lanzado en Tailandia, mercado muy importante para Toyota y para varias japonesas, y punta de lanza de muchas presentaciones posteriores en mercados (bien o mal) llamados emergentes. Y en ese país, Toyota está estrenando una leve actualización estética que afecta, como es habitual en estos casos, al sector frontal, con un curioso entramado tipo panal de abejas, bastante personal y con personalidad, pero algo recargado para mi gusto. Las modificaciones, en realidad, afectan a todo el sector frontal, también a ópticas y paragolpes.
Atrás solo leves cambios en faros, en su composición interna, algo frecuente en estos rediseños de mitad de ciclo. Además, nuevas llantas claro, y levísimos toques en el interior (con volante a la izquierda tratándose del país asiático). También estrena techo eléctrico de nueva presentación y casi nada más en cuanto a cambios. En motores, siguen estado los 1.8, en versiones térmica, con 140 CV e híbrida, con 122 CV, combinación pensada para la eficiencia en el consumo, no en prestaciones. Similares a las que Toyota ofrece en Argentina, aunque acá está el 2.0 en lugar del 1.8 para la variante a combustión. Estos cambios podrían llegar a nuestra región, se supone que lo harán.