Jeep Grand Cherokee. Exitoso modelo norteamericano, que alguna vez se ensambló en Córdoba. Se vende en Estados Unidos desde USD 30,400 (Laredo 4×2), llegando a la tope de gama -hasta ahora- SRT, con el poderoso motor Hemi V8 6.4L de 475 CV (USD 67,000), agregando una inédita version V6 3.0 diesel. En Argentina, se vende en sendas configuraciones Limited y Overland, y también la extrema SRT (ex SRT8).
Como si esos 475 CV fueran insuficientes, Jeep está mostrando una variante aun más extrema. Grand Cherokee Trackhawk (algo así como «pista del águila»), buscando cierta similitud con la reciente variante Trailhawk, que apuntaba a un estilo más «off road».
Trackhawk exprime un poquito más el motor 6.2L del Dodge Challenger Hellcat, llegando a -brutales- 717 CV, los que le permiten llegar a los 100 km/h en 3.5 segundos. Por si hiciera falta una referencia conocida, el Porsche 911 turbo, paradigma del mundo prestacional, lo hace en 3 segundos…
Grand Cherokee Trackhawk, además de la planta motriz (para llamarla de un modo civilizado) heredada del Challenger SRT Hellcat, cuenta con caja automática de 8 relaciones, tracción integral, y la caja de transferencia y el eje trasero han sido reforzados y reformulados… por obvias razones. Lo mismo para los frenos, con disco Brembo delantero de 400 mm sobre neumáticos 295/45R20. Sus modos de respuesta seteables son: Sport, Track, Tow y Snow (infaltable para el mercado norteamericano).
Estéticamente se basa en la SRT. Las diferencias son mínimas, destacando la eliminación del inserto de iluminación LED en paragolpes y de antinieblas, espacio utilizado ahora para aumentar el ingreso de aire al motor. Esta extrema versión de Gran Cherokee será vendida principalmente en su país de origen, estando descartada totalmente para nuestro país. Ya la versión SRT, con 242 CV menos, es bien «de nicho» y más un modelo de representación e imagen de marca que de volumen de ventas. Lamentablemente no la tendremos por acá.