En 2017 Nissan presentaba la segunda generación de su precursor eléctrico LEAF, lanzado en 2010. Uno de los eléctricos más vendidos del mundo, incluso líder antes de la llegada de los TESLA. Lo probamos hace algo menos de 2 años, con interesantes conclusiones. Y digo esto, algo muy subjetivo, claro, también por mis prejuicios acerca de la movilidad eléctrica. No voy a decir que me he vuelto fanático de los EV, ni mucho menos; sigo teniendo nafta en mis venas, pero ha mejorado sustancialmente mi percepción acerca de los autos eléctricos. Esta 3a generación del Nissan LEAF, que llegará en 2025, 15 años después del nacimiento del modelo, tomará la base de su primo hermano francés, el Renault Megane E-Tech.
¿Qué tiene de bueno y de malo basarse en otro modelo existente? Varias en ambas direcciones, pero claramente, la ventaja principal es la de ahorro sustancial de costos, tanto de desarrollo como de producción y postventa. Desventajas como tal diría que no hay, al menos ineludibles. Sí se tienen las limitaciones de una plataforma desarrollada para otra marca (aunque del mismo grupo en este caso), pensada para esa filosofía. Y el riesgo de mostrarse muy parecido a su modelo base. Pero, si se realiza un buen trabajo, se pueden sobrepasar ambos desafíos. Y de hecho hay muchos casos de desarrollos unificados en la industria automotriz actual, y sobre todo en grupos como Renault, Stellantis o Volkswagen, por mencionar algunos casos conocidos.
El próximo Nissan LEAF 2025 tendrá un formato «más SUV», vaya novedad en la actualidad. Y tendrá varios rasgos reconocibles del Megane E-Tech. En el lateral, pocos cambios, algo obvio en desarrollos compartidos. Sí en el sector frontal, una imagen más cercana a los últimos Nissan, aunque dando «un paso más allá», y quizás manteniendo una parrilla V-Motion, rasgo que, de todos modos, está siendo eliminado en las últimas presentaciones. Teniendo en cuenta que el actual LEAF tiene una longitud de 4.48 m, y que Megane E-Tech «solo» 4.21 m, la nueva generación quedará más cerca del producto francés, reduciendo sus dimensiones. Algo razonable, siendo que se ubicará por debajo del Ariya, que llega a los 4.60 m. En cuanto a su motor, será el del Megane, con 220 CV. Tracción simple y una mejora importante en diseño interior y calidad percibida.