A mediados de este 2024 que transita con esfuerzo sus últimos amaneceres, mostrábamos cómo se vería la nueva generación del eléctrico Nissan LEAF, la tercera. Y hace unos años nos subimos y probamos la actual, segunda, que se vende en Argentina. No tuvo grandes ventas, por varias razones. Los eléctricos siguen siendo caros, en todo el mundo y acá más, fue uno de los precursores de lo movilidad eléctrica moderna, y eso hace que muestre el paso del tiempo, y además, su autonomía, anunciada de 300 km pero que difícilmente se logran superar los 200 km, lo convierte en una opción no tan atractiva, más allá de ser un excelente producto.
Se sabe que el próximo LEAF que se presentará seguramente en el segundo semestre de 2025, y que ya circula con camuflaje no tan desorientador, mejorará su autonomía, llevándola a unos 400 km, no descollante, pero mejorando la actual. Su estilo tendrá bastante de su hermano eléctrico Ariya, y también de su primo hermano Renault Megane E-Tech, que también probamos (y me encantó). Sin llegar a convertirse en sedán, se acercará más a un formato «tricuerpo» (expresión vetusta), sin serlo. Y también arrimándose más al mundo crossover.
Por un lado, recibe el recurso de las manijas traseras disimuladas que NO ME GUSTAN, subjetividad mediante. Hace un par de años se especulaba con que tendría un aspecto bastante similar al Megane E-Tech, aunque, se está distanciando, siendo «menos SUV». Le veo algún aire al Toyota Prius. Nissan no la está pasando nada bien a nivel económico, mal de muchas automotrices, aunque en el caso de la japonesa aparecen otros factores. De hecho ha cambiado buena parte de su cúpula dirigencial, ha expresado que «tienen no más de un año y medio para salvarse» y está repensando si sigue dentro de la alianza con Renault. Muchos cambios y profundos, pero igual continúa el desarrollo del LEAF 3G.