BMW presentó recientemente el nuevo M5. Para los amantes del mundo motor, y de la marca, la simple letra «M» tiene un significado mágico. Proviene de «Motorsport» y se refiere a versiones especiales, potenciadas y con algunos retoques estéticos.
Pude probar dos modelos de la reciente serie 5, llegada al país este año. Ambas cedidas por Auto Munich, primero fue el 535i, de 306 CV y luego el es-pec-ta-cu-lar 550i, V8 y con 407 CV, que puedo asegurar, meten miedo. Como comenté en su momento, con este auto se pierde la noción del espacio, la aceleración es casi instantánea, y con todos los sistemas de seguridad a bordo.
BMW ya presentó el M5, con el mismo motor V8 4.4 del 550 que probé, pero potenciado, consiguiendo incluso algunos caballitos más que los X5M y X6M (550 CV), llegando a los 560 CV (no puedo imaginar el resultado de 153 caballos adicionales y toda una puesta a punto «racing»). Se mencionaba que la marca germana podría presentar un M diesel, algo inédito.
Sin embargo todo parece indicar que llegará el M550D, con un motor (silencio por favor…) diesel, de 3 litros, «triturbo» y con 381 CV, los que parecen pocos al lado de los 560 del M5 pero con el mayor par de los diesel, las diferencias pueden achicarse.
Luego equiparán a X5 y X6. Si esto no es prueba (una más) del espectacular avance de los gasoleros en el mundo…