El caso Lancia es triste, y curioso a la vez. Aunque nunca fue una marca masiva, de grandes volúmenes de ventas, tuvo (y aun conserva) un halo protector, una mística que no muchas automotrices pueden mostrar. Tradición, estirpe, historia, fanatismo. Pero al mismo tiempo, Fiat la fue abandonando a su suerte, dejándola agonizar lentamente. En esto tuvo mucho que ver Sergio Marchionne, quien claramente no la quería en el portfolio de FCA, y al mismo tiempo, dedicó un gran esfuerzo a devolver a su prima Alfa Romeo su brillo de otras épocas. A pesar de su genialidad, no consiguió reflotar a Alfa Romeo, y sí dejó a Lancia al borde del abismo.
A pesar de esto, la marca italiana se resiste «con uñas y dientes». En realidad podemos decir que sigue viva por la pasión italiana. Lancia vende un solo modelo, el Ypsilon, y en un solo mercado, su Italia natal. A pesar de eso, no le mal. De hecho, vende más que Alfa Romeo con todo su portfolio (que no es tan grande tampoco). Y esto muestra el potencial de recuperación de Lancia. Que un solo modelo, que data de 2011 y que se mantiene casi sin cambios, venda más que todos los Alfa juntos, es un dato categórico. Es conocido que su sucesor, John Elkann tiene una visión distinta, y esto aumenta las chances de volver a tener una Lancia protagonista. Además, Carlos Tavares, CEO de PSA, y casi confirmado futuro líder del grupo PSA/FCA se ha mostrado respetuoso de la historia de las marcas, anunciando que «la nueva alianza no eliminará ninguna de las marcas actuales».
Lo concreto es que, como muestra del tesón de la marca por sobrevivir, Lancia presenta el Ypsilon Hybrid (micro híbrido o Mild Hybrid en realidad), manteniendo prestaciones, y al mismo tiempo disminuyendo consumo y emisiones. La gama Ypsilon contaba con dos motorizaciones: un 1.2 de 69 CV y un 0.9 de 70 CV. El nuevo híbrido adopta un 1.0 de 3 cilindros y 70 CV, con el apoyo de un motor/alternador de 12 V que se encarga de cargar un segunda batería, la que puede apoyar al motor de combustión con su energía almacenada, principio básico de los microhíbridos. Resulta curioso que para un solo modelo existan 3 motorizaciones con casi la misma potencia, pero así es. El Ypsilon hybrid (que comparte plataforma con Fiat 500) cuesta 16,400 euros, unos 2,000 euros más caro que el Ypsilon «base». La caja es manual de 6 relaciones. Lancia asegura que el nuevo modelo consigue reducir en un 24% consumo y emisiones.
Lancia no está muerta, y aparece una «lucecita al final del túnel». Es una muy buena noticia para los amantes del automóvil, y sobre todo para los que recuerdan aquellos Delta que brillaron en el rally mundial, y también sus ancestros. De todos modos se especula que Lancia está pensando en un segundo modelo, pero no sería el sucesor del Delta sino un crossover al estilo del 500X, con quien compartiría plataforma. Ojalá encuentre en el futuro una mejor vida la mítica marca italiana. Se lo merece.