Mal que les pese a Europeos y asiáticos (léase Japón), y en menor medida a norteamericanos, el avance de los coreanos sigue su previsión y no encuentra obstáculos a la vista. Como en otros aspectos de la vida, nada -o casi nada- es solo consecuencia de la buena fortuna. La suerte puede ayudar, pero sin un trabajo sostenido, la fiesta dura poco.
Hasta hace unos ¿10? años, los desarrollos coreanos gozaban de prestigio; habían demostrado calidad en sus productos, pero les faltaba algo muy importante en el mundo del automóvil: diseño.
Suelo expresar -y estoy convencido de ello- que por más análisis que puedan hacerse respecto a performances, equipamiento, calidad y otros parámetros, el auto «entra por los ojos», y gran parte del mercado compra un vehículo si se siente atraído por él.
Y no me refiero a que el diseño deba ser revolucionario. Hay muchos ejemplos de japoneses (y en menor medida europeos) de gran aceptación, con diseños muy clásicos, ¿poco innovadores?, pero sin embargo con buenos volúmenes de ventas.
Pero como tambien ocurre con otros objetos materiales (celulares, electrodomésticos, etc.), el «design» toma cada vez un protagonismo mayor, un peso específico más importante.
Y los coreanos, y particularmente el grupo Hyundai/Kia, finalmente entendieron que podían fabricar modelos eficientes, duraderos y prácticos, pero sin diseño no tendrían un horizonte muy alentador.
Podemos mencionar al Kia Opirus, modelo que se vendió en Argentina. ¿Alguien puede discutir su calidad?. Además de una terminación de alto nivel, confort y espacio interior, contaba con una garantía de 5 años ó 100,000 km.
Sin embargo no tenía diseño. Y si bien aparecieron otros factores (-injustificada- falta de confianza en los productos coreanos, bajo valor de reventa, precio poco competitivo), su diseño tuvo mucho que ver en su pobre performance comercial.
Kia tuvo en el Magentis un vehículo de alta gama, que nació en 2001 y fue reemplazado el año pasado por este Optima, que, a simple vista, agrega diseño, al igual que los últimos productos coreanos (Rio, Sportage, Picanto, etc.).
El Optima es grande, como lo muestran su 4.85 m de longitud (como el Ford Mondeo), y apunta al producto de Ford, y a los Peugeot 508 (está llegando a Argentina), Citroën C5, Renault Laguna (no disponible en nuestro país) y Volkswagen Passat, por citar algunos de sus rivales europeos.
Cuenta con motorizaciones nafteras 2.0 de 165 CV, 2.4 de 180 CV y diesel 1.7 de 136 CV, indispensable para el mercado europeo, y de hecho la única versión disponible -por ahora- en el viejo continente. En breve llegará la versión híbrida, indispensable para el mercado actual. Caja manual o automático/secuencial, en ambos casos de 6 relaciones. Muy buen equipamiento, alto nivel de terminación, y ahora, mucho -y muy bueno- design.
Si a esto le agregamos una garantía de 7 años/150,000 km, ¿pueden discutirse sus condiciones para ser protagonista en el segmento?
En Chile, donde ya se comercializa, arranca en los USD 25,400, y en Europa comienza en los USD 35,000, valor peligroso, teniendo en cuenta que un Mondeo comparable, cuesta USD 36,000.
Ahora, si analizamos prestaciones, equipamiento, garantía…y diseño, ¿Tendría que ser el Kia Optima más barato que un Ford Mondeo? Seguramente no.
Si bien no hay confirmaciones oficiales, no veo probable su llegada a Argentina, al menos en 2012. Kia y Hyundai están haciendo un excelente trabajo de Marketing (buen producto ya tienen), pero aun así el mercado aun les es algo esquivo, y creo que buscarán fortalecerse en los segmentos inferiores y SUV para luego ir por los más exclusivos, pero solo es cuestión de tiempo.