Grand Cherokee es un referente dentro y fuera de Jeep, vaya si lo es. Uno de los precursores de los SUVs lujosos y refinados pero sin descuidar prestaciones off road. En realidad el mérito lo tiene su abuelo Grand Wagoneer, pero sin dudas Grand Cherokee ha escrito un capítulo en la historia del automóvil. Y aunque en Europa no tiene la trascendencia que sí tiene en su Norteamérica natal, es conocido su prestigio en todo el mundo. Se vende también en Argentina. La probamos hace varios años. Hace poco menos de un año especulábamos con la nueva generación, que se venía gestando desde hacía tiempo, consciente Jeep que era una de las renovaciones más importantes de su portfolio, y recientemente la marca del ahora grupo Stellantis presentó la versión L (larga) para 7 plazas. Llega el turno ahora de la versión «corta» de 5 plazas, la Grand Cherokee «a secas».
Como era de esperar, más allá de dimensiones y capacidad (plazas), no hay diferencias sustanciales, profundas, radicales, con la Grand Cherokee L antes presentada. En términos estéticos, prácticamente no hay diferencias salvo en el sector lateral, con una diferente resolución del pilar D (3/4 traseros). Cuenta con un techo de apariencia «flotante», con una luneta más inclinada y un menor voladizo trasero. Además de nuevas llantas y otras diferencias menores (mayor y diferente voladizo delantero por ejemplo). Su longitud es de 4.91 m, casi 30 cm menos que la versión de 7 plazas. Respecto a la actual Grand Cherokee, crece interesantes 8 cm, lo que redunda en una mayor habitabilidad.
Mecánicamente no hay sorpresas, conservando el eterno Pentastar V6 de 3.6 litros y 293 CV (algunos caballitos más) y el V8 HEMI de 5.7 litros y 357 CV, además de la futura probable (no segura) variante SRT con una potencia bastante mayor, que podría recibir el beneficio de la hibridación. Stellantis podría ir jubilando al Pentastar, un excelente motor pero que ya cumplió su ciclo, creo. La novedad pasa por una inédita versión híbrida, denominada 4xe, al igual que Wrangler y Compass, con un motor de 2 litros y 242 CV, junto con otro eléctrico de 130 CV, conformando un conjunto de 375 CV y 673 Nm. Autonomía de 40 km en modo eléctrico. Comparando con el actual Grand Cherokee, la nueva versión híbrida cuenta con mayor potencia y torque, y además bastante menor consumo, ecuación impecable. Esta versión sería la que llegaría a Europa. Además, al no estar montado el motor eléctrico sobre el eje trasero (como en Compass), su tracción integral es la de siempre.
Una Grand Cherokee no puede ceder terreno en prestaciones off road. Aunque sigue recurriendo a carrocería monocasco, no tan apta para el off road como la de largueros y travesaños, como su hermano Grand Wagoneer, sus transmisiones Quadra Track I y II y Quadra Drive II y la suspensión neumática regulable, además de reductora, bloqueo de diferencial central y trasero de deslizamiento deslizado, aseguran un excelente desempeño fuera del camino. La versión más apta para el off road, con todo este arsenal mecánico será la Trailhawk. La nueva generación Grand Cherokee llegará a Argentina, aunque en 2022 y no en los primeros meses seguramente. Veremos.