Hoy muchas marcas, sobre todo premium y no generalistas, están teniendo inconvenientes financieros, comerciales. Y si bien las causas son varias y complejas, podríamos resumirlas en 2: el zigzagueo de la movilidad eléctrica, que amenazaba «quedarse con todo» hasta hace poco y ahora encuentra una meseta no tan pasajera, y el avance chino, que parece «romper todo» a su paso. Salvo Ferrari, Lamborghini y alguna otra, las muy selectas están sufriendo el cambio (los cambios) de paradigma en la industria del automóvil más que el resto.
Y el caso de Jaguar es para analizar. Junto con Land Rover, ambas británicas, pertenecen al grupo indio (gigante) TATA, bajo la asociación Jaguar Land Rover (JLR), desde 2008. Y hasta la década siguiente les fue muy bien a ambas. He escrito bastante al respecto. Muy exitosas a nivel ventas, cada una en su escala. Pero, además de esta nueva ola china que todo lo complica, ambas tienen sus problemas propios, que agravan el cuadro de situación. En el caso de Land Rover, problemas de calidad y confiabilidad, sobre todo en los últimos 7/8 años y para la marca del felino, también algo de eso, pero más aún este cambio absoluto y radical de imagen, producto y concepto que están instalando.
Está claro que las premium y exclusivas ahora sí tienen que cuidarse de los chinos, algo que solo les sucedía a las generalistas hasta no hace mucho. Ahora, en cambio, los asiáticos también producen vehículos similares, y hasta diría mejores, en varios aspectos, y por bastante menor precio. Gran problema (para aquellas). Y si bien «algo había que hacer», este cambio de Jaguar, desde el logo, hasta la imagen, estos nuevos modelos eléctricos encabezados por el nuevo Type 00, que iba a ser presentado oficialmente a fines de 2025, algo que me permito dudar, han alejado aún más a sus clientes y potenciales compradores.
Porque si bien con la historia, el pedigree y el refinamiento ya no alcanza para quitarle terreno a China, si algo tiene Jaguar es justamente eso y «tirarlo por la borda» con un modelo (si bien concept) que nada tiene que ver con la historia de la marca, sin dudas no fue algo acertado. Aun teniendo en cuenta que los concepts marcan muchas veces tendencias e ideas y no decantan necesariamente en un producto final similar, este Type 00 tiene todas las de perder. Sin gracia, sin vinculación a la marca, sin un norte claro; en fin, creo (y lo expresé hace tiempo) Jaguar está bastante perdida en cuanto al rumbo a seguir, tanto como muchas otras tradicionales: quizás bastante más. Final abierto.
