Lo de las colaboraciones entre automotrices es de larga data y hay casos en todo el mundo. En Argentina, muchas (me refiero a no pertenecientes al mismo grupo empresario como es Stellantis ahora, por ejemplo) y tienen su lógica, y es la misma de siempre, finalmente reducir costos. Ese es el objetivo final, pero podemos decir también (con el mismo resultado) que en algunos casos en los que una marca no tiene presencia en algún mercado con algún modelo/segmento, se aprovechan estas vinculaciones para poder ofrecer una nueva alternativa sin los (altos) costos de desarrollo.
Y en este caso, existen dos «necesidades» de automotrices que perfectamente pueden complementarse, o solucionarse de manera cruzada. Por un lado, y hablando del mercado norteamericano, Hyundai tiene una pickup (la única), Santa Cruz, que cuenta con bajas ventas en aquel mercado. No sé si tanto como residuales, pero muy por debajo de lo que podría esperarse. A su vez, General Motors tiene en la Chevrolet Colorado (nuestra S10, digamos…) y en la GMC Canyon, una dupla que perfectamente puede usar la coreana, con un nuevo traje o en todo caso un maquillaje que la muestre distinta, y entonces ofrecer o seguir ofreciendo una camioneta, más acorde al gusto norteamericano, y sin costos de I+D, o en todo caso mínimos.
Por otro lado, si bien la norteamericana tiene sus históricos furgones comerciales y de pasajeros, Chevrolet Express y GMC Savana, la generación actual viene de 2002, aunque en realidad fue un restyling de la generación presentada a mediados de los 90´s, con lo cual necesitan una renovación. Y Hyundai presentó recientemente la ST1, un vehículo comercial eléctrico, que podría suceder a aquella «vieja» dupla GMC/Chevrolet. Negocio para ambas compañías. Pero además, avanzarán también en nuestro vecino Brasil, donde Chevrolet tomará la base del Creta para comercializar un primo hermano con el logo del moño dorado, y que por ende podría llegar a Argentina.











