GMC Trucks, o simplemente GMC, es una división de General Motors, que produce pick ups, SUVs y comerciales, en general primos hermanos de sus equivalentes Chevrolet y Cadillac. Como el caso de la GMC Sierra que nos ocupa, pariente directa de la Chevrolet Silverado, que mostramos recientemente renovada, como modelo 2019. Y también dimos de cuenta de la bestial Hennessey Goliath 6×6, sobre la base de la pick up Chevrolet.
GMC Sierra pertenece al segmento full size de pick ups, aquel que existió en Argentina hasta no hace tantos años, con exponentes como la misma Silverado, o la Ford F100 (F250 en Estados Unidos). Hoy, la única representante del segmento en Argentina es la RAM, cuya versión 1500 Laramie probamos hace un par de años. Actualmente, el mercado argentino está dominado por las mid size, como Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Chevrolet S10 o la recientemente presentada Nissan Frontier de producción local.
GMC Sierra Denali es la máxima expresión de refinamiento y confort de toda la línea Sierra, con una gama de precios que arranca en los USD 54,700, pudiendo llegar hasta los USD 66,500. Las opciones mecánicas son 2 nafteras, agregándose luego una turbo diesel de 3 litros. En nafta, 5.3L de 355 CV y 6.2L de 426 CV, potencias acorde a lo dimensional de esta camioneta full size, cuya longitud llega a los 5.88 m, unos 70 cm más larga que la RAM 1500, por ejemplo. En cuanto a su tracción, cuenta con 4 modos: trasera, doble en alta, doble automática, y doble en baja. Caja AT de 10 relaciones y una dotación en seguridad muy interesante.
Para comenzar, su dotación de 6 airbags (que hoy no impresiona, es cierto), Following Distance Indicator, Forward Collision Alert, Front Pedestrian Braking, Front and Rear Parking Assist, Lane Change Alertt, Lane Keep Assist, Low Speed Forward Automatic Breaking, Rear Cross Traffic Alert y más. Siglas raras, que se traducen en sistemas de Seguridad Activa tendientes a minimizar la posibilidad de accidentes. Alta dotación en seguridad. Y una interesante, el Teeen Drive, que permite setear los distintos sistemas y parámetros del auto para un trayecto más «controlado» cuando maneje un adolescente, permitiendo ademas, luego contar con un reporte de su actividad.
Y otro destacable, si bien no hace a la seguridad vial, el Rear Seat Reminder, que emite una alarma si detecta que se está cerrando la camioneta y hay alguien (se supone un niño/bebé) en el asiento trasero. Dejando la seguridad, también resultan interesantes el Head Display Multifunción, el retrovisor interno que proyecta las imágenes de la cámara de marcha atrás, permitiendo zoom y desplazamientos y el Multipro Tailgate, que permite distintas configuraciones del portón trasero, de acuerdo a cada necesidad (portón construido en fibra de carbono).
En cuanto a su diseño, es realmente imponente, con varios cambios respecto a Sierra Denali 2018, convirtiéndose, concretamente, en una nueva generación, con tips relacionados con el mundo de las pick ups norteamericanas, con el concepto «todo grande». Trompa alta, enorme parrilla (cromada, claro), paragolpes casi desapercibido, ganchos a la vista, y ópticas pequeñas LED. Atrás, sector en el que no hay mucho para «meter mano», cuenta con un diseño algo recargado, grandes ópticas, salidas dobles de escape y el portón «trabajado» y con varios compartimientos. De perfil, llama la atención su capot corto en relación a la caja, pasarruedas con formato entre redondo y cuadrado, enormes puertas traseras, cromados varios y atractivas llantas de hasta 22″. Adentro, lo esperable en una camioneta norteamericana: espacio de sobra, sensación de estar manejando un camión y nada de minimalismo. Tablero analógico, pantalla central algo chica, volante con mandos remotos, y muy buena calidad percibida. Lamentablemente, muy lejos de Argentina.
