Ford Ranger 2015 (¿»reinyer» o «ranyer»?). Renovación fuerte en trompa, muy fuerte en el interior, y prácticamente nula en el resto. Pregunta obligada: ¿Hacía falta?Hay distintos caminos para responderla. Si hiciéramos una encuesta entre los seguidores del modelo, tendríamos un resultado; si fuera entre usuarios de pick ups de la competencia, otro. Si miramos sus ventas en Argentina, incorporaríamos otra respuesta, y así, dependiendo el ámbito elegido, cosecharíamos un abanico de alternativas y sugerencias.Lo que está claro es que el segmento pick ups (entre otros) está muy competitivo, y en Argentina más (aunque la decisión de renovar Ranger no se tomó mirando centralmente la situación local, claro, pero tuvo su peso, sin dudas), con Hilux en vísperas de una renovación importante, Amarok y S10 con cambios leves, Frontier con una renovación total desde México y algún proyecto dando vueltas de Renault y Fiat.

En el acumulado 2014, en Brasil (allá las «midsize» pasan desapercibidas por el protagonismo absoluto de las pequeñas), Ranger terminó 8ª, con 24000 unidades. Primera, lejos, Fiat Strada con 153.000 (más del doble de lo que vendieron las 3 primeras en Argentina, juntas), 4ª, la primera pick up mediana, Chevrolet S10 y 6ª, Toyota Hilux (Amarok, lejos).

En Argentina, en el mismo período, lideró Hilux (27600 unidades), y el segundo puesto (en un caso curioso) fue un empate técnico entre Amarok y Ranger, con 16500 ventas. Por ahora, ambas, lejos de la japonesa.En consonancia con su hermana SUV Everest (que debería producirse también en Pacheco en 2016, tal vez algo antes), Ford presentó la nueva Ranger 2015, con un frontal totalmente renovado y el resto del exterior inalterado. Drásticos cambios en el interior, no solo en lo cuantitativo, sino también en cuanto a la calidad percibida, con un aspecto «más premium», objetivo que reconocieron, tuvo el equipo de diseño.Nuevo capot, nueva parrilla (hexagonal, a tono con lo últimos productos Ford), nuevas ópticas, nuevo paragolpe; en fin, todo nuevo y con un diseño muy acertado, más moderno, y a la vez elegante, más personal, menos globalizado, más musculoso. Interesante. Cola con alguna -muy- sutil renovación y perfil inalterado. Claramente, a los ojos de Ford (y del mercado), los sectores que menos necesidad de cambio tenían.Por dentro el cambio es importante. Todo nuevo. Un diseño mucho más «auto», como también afirmaron sus diseñadores, y mucho más refinado, con una muy alta calidad percibida. Gran pantalla táctil en el panel central, con Sync2 incorporado, haciendo todo más intuitivo. A su vez, desaparecen los instrumentos clásicos centrales, reemplazados por un gran velocímetro central y otra pantalla con información, configurable. Volante con más comandos a distancia (mantiene el diseño), nuevas salidas de aire, nuevos climatizador y audio, ahora más minimalistas, acoplados a la pantalla táctil de gran tamaño. Colores más oscuros y algunos apliques simil aluminio.Ford no solo aplicó cambios cosméticos. Mejoró las suspensiones, con una puesta a punto más confortable, incorporó la dirección asistida eléctricamente, suavizó ambas cajas (manual y automática), repasó los motores (3.2 que mantiene los 200 CV, y 2.2 de 130 CV y 160 CV), consiguiendo una mejora en el consumo de un 18%, cifra más que interesante. Sistemas de seguridad activa, como el Alerta Cambio de Carril, Asistente Cambio de Carril, Control de Crucero Adaptativo, Asistente al Estacionamiento delantero y trasero, y más.

Ford Ranger 2015. Inicialmente para el sudeste asiático, aunque este año llegará a nuestro país, fabricada en Pacheco, una de las -solamente- 3 plantas industriales donde se produce para todo el mundo (junto con Tailandia y Sudáfrica). La esperamos. ¿Le alcanzará para despegarse definitivamente de Amarok y llegar a incomodar a Hilux? Como siempre, el mercado tendrá la última palabra.