Audi había lanzado la nueva generación del A3 en 2020, inicialmente en el hatchback, para luego presentar el A3 sedán, y finalmente el S3 hace poco menos de un año. Faltaba entonces, el más prestacional, el más esperado, el más icónico, el RS 3, modelo que la marca de Ingolstadt está presentando al mundo. En lo estético, y en términos generales, recibe el nuevo diseño del resto de la familia. En lo que hace a su mecánica, y como se preveía, no hay modificaciones. Conserva el eficiente motor 2.5 TFSI, de 5 cilindros y 400 CV, con un Par Motor de 500 Nm. Caja de doble embrague S-Tronic de 7 relaciones. Interesante el Diferencial Torque Splitter que permite distribuir el par a cada rueda trasera de manera independiente, mejorando la tracción, y por ende la tenida. Tracción quattro, claro. Suspensión (más firme) revisada, al igual que los frenos. Una pasada en limpio, en general, digamos.
Estéticamente, más allá de adoptar el aire familiar de la nueva generación A3, respecto al anterior RS 3, los cambios son importantes aunque no parezca tanto en una rápida mirada inicial. Enorme parrilla en negro (que avanza hacia las ópticas) en momentos en que comienza a verse una reducción paulatina, luego de años de crecimiento desmedido de parrillas en los diferentes modelos. Atrás muestra su lado más continuista, con luces algo más chicas y una presentación general más recargada. De perfil muestra la continuidad conceptual, con trompa más baja, luneta más inclinada, y no mucho más. Adentro sí, cambios absolutos, con tablero digital y las angulosas y curiosas salidas del climatizador. Pantalla central integrada, y un concepto general algo futurista. Audi RS 3 no se vende en Argentina actualmente, aunque probablemente llegue esta renovación, como se vende el S3. Ojalá.
