Me he referido mucho a Subaru, en diversas ocasiones. Una respetadísima automotriz, quizás la más tradicionalista y fiel a sus principios, de toda la industria automotriz. La que menos ha cambiado, para bien o para mal, y no solo en lo que hace a sus mecánicas (siempre motor boxer y tracción integral Symmetrical All Weel Drive) sino también a sus diseños, conservadores y sin seguir alocadamente las tendencias que marca la industria automotriz. Esto tiene sus riesgos, claro, porque las nuevas tendencias aparecen por algo; no son meras obstinaciones de las automotrices. De todos modos, como también sucede con su coterránea Mitsubishi, sus compradores justamente valoran esta ortodoxia y sobriedad ¿extrema? en sus diseños.
De hecho, esta nueva generación del Impreza que estamos presentando, la 6a, no presenta grandes modificaciones: cuesta adivinar que se trata de un renovado modelo. Sí, hay diferencias, sobre todo en los extremos: ópticas, parrillas, paragolpes; pero desde el perfil, lugar ideal para detectar la profundidad de los cambios, se aprecia una continuidad marcada con el actual. Esta generación presenta dos novedades importantes, aunque negativas ambas según mi apreciación. Y se trata de 2 pérdidas: la carrocería 4 puertas (sedán) y la caja manual, si bien la mayoría de los Subaru equipa caja CVT. Por otro lado, incorpora la deportiva versión 2.5 RS con 185 CV. Sí, no es una potencia extrema pero resulta más prestacional que el otro motor disponible un 2.0 de 154 CV. En todo caso, la deportividad pasa más bien por una puesta a punto visual.
Aunque no solo eso. La variante RS presenta una suspensión mejorada y más dura, frenos más potentes, llantas específicas de 18″ en negro (no me gustan) y audio Harman Kardon y 10 parlantes. Ambos equipan el Eyesight, sistema que agrupa los diferentes elementos de seguridad activa. Ah!, otro detalle. El climatizador es inteligente, y privilegia el caudal hacia las butacas ocupadas. Interesante. Hay que tener en cuenta que desde hace tiempo, Impreza y Crosstrek (ex XV) comparten casi todo; solo se muestra más aventurero este último. Crosstrek se había renovado hace un par de meses, y ahora le toca a su hermano más citadino, el Impreza. Un diseño desactualizado, algo aburrido, aunque me agrada cierta ortodoxia en el diseño.
En el interior llama la atención el tablero analógico (aunque no los critico) en estos tiempos tan digitales. Su pantalla central si está a tono con la moda, mostrando un diseño vertical y de gran tamaño. Quizás algo recargado el diseño interior pero refinado al mismo tiempo. Afuera destacan las nuevas ópticas, más chicas, y las traseras «en C», manteniendo la histórica parrilla frontal.
¿Tendremos la nueva generación Crosstrek/Impreza en Argentina?
Complicado, aunque no lo descarto. Si para la industria automotriz en general, se viven tiempos complicados (economía, dólar, importaciones, etc.), mucho más para los importadores, y Subaru no es la excepción. Actualmente vende el XV, así que podríamos especular con la llegada de su sucesor, el Crosstrek, y entones también con su primo hermano Impreza, que además se vendió hasta hace poco en Argentina.