Hace un año y medio Ford mostraba la nueva F-150 Raptor, un modelo muy esperado, aunque finalmente no optaba por un motor V8 sino por el mismo V6 de la anterior. No era una mala opción, claro; simplemente se especulaba con que llegaría más adelante una versión más potente, con un V8 heredado de su primo Mustang. Nuevas conjeturas, ya en este año, imaginaban hasta 760 caballos para la nueva F-150 Raptor, con un agregado confirmado a su nombre: la letra R. Por otro lado, habiendo RAM presentado la 1500 TRX, también V8 y con 712 CV, la pelea de fondo estaba anunciada. Y Ford acaba de presentar la nueva F-150 Raptor R, con varias diferencias respecto a la Raptor «a secas». Veamos.
Comencemos por lo más importante, seguramente. El nuevo motor, V8 de 5.2 litros, tal como se esperaba, es el mismo que utiliza el Mustang Shelby GT500. Bueno, casi el mismo. O mejor expresado, idéntico motor pero adaptado a las prestaciones off road a las que apunta la familia Raptor. Por eso, se queda en nada despreciables 710 CV, algo así como 60 caballos menos que el deportivo. ¿Mala noticia? Para nada. Más allá que queda «2 caballitos» debajo de RAM 1500 TRX, disponer de semejante potencia, y toda una puesta a punto extrema, resulta envidiable. Porque no solo se trata de mayor potencia, sino de equalizar todo el conjunto a estas mayores prestaciones. Y así, la nueva F-150 Raptor R cuenta con nueva suspensión trasera, amortiguadores Fox rediseñados, con un recorrido de hasta bestiales 35 cm, apoyados en neumáticos de 37″ (¿se conseguirán en Argentina?…).
Además, nuevos colectores de escape, caja de 10 relaciones automática revisada y con mayor rigidez, ejes DANA más resistentes, transmisión renovada; definitivamente todo el conjunto mecánico mejorado, revisado, apto para un mayor compromiso. Estéticamente, como se esperaba, no hay grandes diferencias respecto a la Raptor. Cambios más bien sutiles. Seguramente el más notorio en el capot, con una toma de aire de mayores dimensiones. Insignia R en la parrilla, y no mucho más, además de calcos alusivas. En el interior, butacas Recaro específicas y recubrimientos adicionales en fibra de carbono. Los pedidos están abiertos para los interesados… en Estados Unidos. ¿Y en Argentina? No me animo a descartarla totalmente, aunque dependerá de varios factores, entre ellos la actual situación económica y de importaciones.