«Está linda, che…. muy lograda». Bueno, antes de comentar el nuevo lanzamiento de Nissan, viene bien recordar que hay «varias Frontier» en el mundo, o Navara, como se la conoce en algunos mercados. Por un lado la norteamericana (ver nota), que nada tiene que ver con la que conocemos. Algo así como la relación entre la Toyota Tacoma de aquel país y nuestra Hilux: equivalentes pero no tanto. Por otro lado, de presentación reciente, la china, producida en asociación con la local Dongfeng (ver nota). Para el sudeste asiático y otros mercados, esta nueva que estamos mostrando (ver adelanto), que hasta ahora era la misma que la «ex nuestra» pero ahora se distancia.

Y esto porque la 4a Frontier, es la mexicana (antes también argentina) que seguirá un camino distinto a las otras 3. Aplicará un restyling a la actual, en una jugada similar a la de Toyota con la nueva Hilux recién presentada (ver nota). Teniendo en cuenta que deriva de su prima Mitsubishi L200/Triton, algo que habíamos adelantado hace bastante, el resultado es interesante. Obviamente, como ocurre en estos casos, el perfil es igual para ambas, la parte posterior no tan diferente y en el sector frontal Nissan, a mi entender, ha logrado aplicar su personalidad, sin grandes cambios, pero con un resultado final más logrado que el de la L200, subjetividad mediante.

El «desarrollo» de la nueva Frontier (que en principio no será la que se siga vendiendo en México, Brasil y Argentina, insisto), tuvo la participación de Nissan Australia. Y si bien mecánicamente es «una L200», con el motor 2.4 de 204 CV, cuenta con suspensiones revisadas, re seteadas. Las versiones iniciales contarán con tracción integral «on demand», automática, mientras que la PRO-4X por ejemplo, tendrá el Super 4WD, de tracción en las 4 ruedas de manera permanente. Ahora la dirección es asistida eléctricamente, más eficiente y con la incorporación de ADAS.

Visualmente, aunque se la emparente de manera inicial y rápida, con su prima Mitsubishi, cuenta con personalidad propia, sobre todo en el exterior, ya que «puertas adentro», salvo volante y algunos detalles, comparte todo con la L200. Como sea, un salto notable en términos de diseño y calidad percibida, que lamentablemente no llegará a nuestro país (salvo que Nissan decida cambiar «sobre la marcha»). La mexicana (desde donde seguirá abasteciendo a Argentina) tomará algunos elementos visuales de esta nueva generación, pero sobre la base de la actual. Veremos el resultado cuando se presente, o al menos aparezcan las primeras imágenes del modelo de producción.