Aunque camuflada, Honda había adelantado el aspecto de la nueva generación Passport (que nació como un derivado de la Isuzu Rodeo, hace mucho años), ahora llega el momento de la presentación oficial, del modelo final de producción. Hay que aclarar que hablamos de un modelo pensado principalmente para el mercado norteamericano, que no llegará a nuestro país y que, a diferencia de otros modelos de la marca como HR-V, CR-V y hasta Pilot, Passport está desarrollada para un trato más duro, más cercano al off road. Y es más «ortodoxa» a nivel estético que sus hermanos, casi «aburrida», aunque en lo personal me gusta.
Sus neumáticos son todo terreno, las suspensiones reforzadas y con mayor recorrido, cuenta con placas protectoras inferiores, con «capot transparente» (cámaras para ver debajo del piso, pasa el off road) y un motor bastante clásico, alejado del downsizing. Hablamos de un V de 3.5 litros y 285 HP, con una caja automática de 10 relaciones. Un aspecto que recuerda, por ejemplo, a algunas Ford (Explorer, Expedition), grandes faros traseros, a contramano de la moda (lo mismo que en el sector frontal), adelantando que tendrá su público, su mercado, quizás particular y no tan afecto a las modas actuales.
Interior minimalista pero no tanto, con tablero digital, climatizador con mandos físicos (una tendencia que, afortunadamente está volviendo al industria automotriz), audio Bose de 12 parlantes, un interesante equipamiento en Seguridad (ADAS) y numerosos accesorios disponibles, algo muy buscado en el mercado norteamericano, para sus salidas de «camping». Será producida en Alabama, igual que la actual, y su precio arrancaría en los USD 40,000. Lamentablemente me animo a asegurar que no está en los planes de Honda Argentina.